Revista Asociación de Cirujanos Guatemala Revista 2019 | Page 48

Síndromes de Hipersecreción Hormonal En esta revisión trataré de llamar la atención sobre los síntomas, signos, hallazgos del examen físico, condiciones médicas y datos de laboratorio, que de- ben llamar nuestra atención y hacernos sospechar la posibilidad de algunos de los trastornos endocrino- lógicos más frecuentes, para no retardar el diagnós- tico y evitar estudios y gastos innecesarios. Acromegalia. ¿Un diagnóstico obvio? Todos hemos visto en libros fotos muy ilustrativas de un hombre joven con manos y pies grandes, con rasgos toscos y mandíbula prominente, de mucha mayor estatura que la de otro joven de la misma edad que aparece a su lado. Una imagen que difícil- mente se olvida y que nos hace pensar que el diag- nóstico de acromegalia no puede pasar inadvertido. Sin embargo, los pacientes con esta enfermedad son diagnosticados en promedio 10 años después de la aparición de los síntomas iniciales 1 . En la práctica, el diagnóstico pareciera fácil si nos topamos con un paciente hombre o mujer de edad media, con voz ronca y grave, que nos refiere que ya no puede ponerse sus anillos, que ahora usa dos tallas más grandes de zapatos, que tiene más vello corporal, que suda más que antes, que la piel se ha vuelto áspera y grasosa, que ronca en la noche, que tiene dolores articulares y cefalea. Que, al examen físico presenta nariz, labios y lengua grandes, dien- tes separados, tejidos supra orbitarios prominentes, prognatismo, manos y pies grandes con uñas grue- sas, y alteración de los campos visuales. Qué, ade- más, es hipertenso, tiene apnea del sueño, ha tenido nefrolitiasis, y tiene disfunción cardíaca. Si pudiéra- mos tener fotos de los últimos años, podríamos dar- nos cuenta que los cambios faciales han sido paula- tinos y progresivos; tanto que, incluso han pasado inadvertidos al paciente, a su familia e incluso a su médico de cabecera. Caron y colaboradores 2 , en una encuesta realiza- da a 472 pacientes con acromegalia para identifi- car hallazgos que pudieran haber contribuido a un diagnóstico temprano; encontraron: que el 80% de los pacientes notaron agrandamiento progresivo de manos y pies, modificaciones faciales, ronquera noc- turna, falta de energía, sudoración, dolores articula- 44 res y aumento de peso. También, se pudo establecer que los síntomas que precedieron el diagnóstico por años fueron alargamiento acral, síndrome de túnel del carpo e hipertensión. Lo remarcable es que to- dos estos cambios fueron desestimados y poco valo- rados por los médicos consultados. Así que, la sospecha clínica de acromegalia justifica- rá la medición IGF-1 (factor insulínico de crecimiento 1); que, en caso de estar elevado, permitirá hacer el diagnóstico. Habrá que tener en mente que el 15% de los adenomas hipofisiarios secretores de hormo- na de crecimiento también producen prolactina (1). La resonancia magnética nuclear (RMN) confirmará la presencia del adenoma hipofisiario; que, depen- diendo de su tamaño, podrá ser tratado médica o quirúrgicamente. El diagnóstico temprano evitará la progresión de la enfermedad y la aparición de cam- bios somáticos irreversibles. Hiperprolactinemia no es sinónimo de tumor hipofisiario La hiperprolactinemia es el trastorno endocrino más frecuente del eje hipotalámico-hipofisiario y puede presentarse tanto en mujeres como en hombres. Por regla general, da lugar a un síndrome clínico caracte- rizado por galactorrea, amenorrea, hipogonadismo e infertilidad y es 4 veces más frecuente en mujeres que en hombres 3 . Lamentablemente, cuando se sospecha clínicamen- te, después de la medición sérica de prolactina, el siguiente estudio pedido por la mayoría de los médi- cos de atención primaria, será una RMN de hipófisis. Y, si el estudio por imágenes es positivo para iden- tificar un microadenoma hipofisiario, la conclusión será que esa es la causa, y si es negativo; sin hacer más, en ambos casos, los pacientes serán tratados con un agonista dopaminérgico. Sin embargo, hay que recordar que alrededor del 12% de la población adulta puede ser portadora de un microadenoma hipofisiario no funcional, como lo reportan estudios de autopsia 4 . Así que, muchos de estos tumores hi- pofisiarios, ni son responsables de un síndrome de hipersecreción, ni requieren ningún tratamiento. Rev Guatem Cir Vol 25 (2019)