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Historia de la Coloproctología en Guatemala
cuerpo, los flechazos y balazos, hacían sangrías y
cauterizaban con hierro y aceites calientes. La me-
dicina en España tuvo un gran apogeo en los siglos
XV, XVI Y XVII y fue decadente en el siglo XVIII. No se
sabe por qué, pero todo este auge de la medicina
española llegó a Guatemala hasta principios del siglo
XVIII.
El Obispo Francisco Marroquín merece el título de
padre de la cultura del Reino de Guatemala, ya que
fue el fundador de la Iglesia, la escuela de Guatema-
la y el Hospital Real de Santiago o San Juan de Dios
en 1559. A pesar de la fundación de otros hospitales
como San Alejo (para indígenas), San Lázaro, Nues-
tra Señora de Bethlem (de convalecientes) y de San
Pedro (1662), la cirugía tuvo pocos avances a pesar
de tener médicos titulados2.
El 31 de enero de 1676, el rey Carlos II dio la Real
Cédula para la creación de la Universidad en Guate-
mala, la cual se abrió el 7 de enero de 1681 y el papa
Inocencio IX la consagró como Pontificia en 1687. En
esta época se llamaba cirujano al médico muy doc-
to en cuestiones de anatomía patológica forense, es
decir, en hacer autopsias. Pero como se menciona
previamente, ya existían cirujanos barberos en Gua-
temala que vinieron de España2.
En 1777 se trasladó la Universidad a la actual Ciudad
de Guatemala, ya que la ciudad en el Valle de Pan-
choy se había destruido por los terremotos de Santa
Marta y la epidemia de tifus en 1776. La enseñanza
de la anatomía y la renovación de los conocimien-
tos físicos y fisiológicos fueron la nota sobresaliente
de la instrucción ofrecida por José Felipe Flores, en
la cátedra prima de medicina de la Real y Pontificia
Universidad de San Carlos2.
En 1788 llegó a Guatemala Narciso Esparragosa y
Gallardo procedente de Caracas, quien dispuso em-
prender viaje a esta tierra antes de obtener el gra-
do de bachiller en medicina. Se matriculó inmedia-
tamente en la Real y Pontificia Universidad de San
Carlos obteniendo el grado de bachiller en medicina
el 22 de enero de 1789, bajo la disciplina del cate-
drático José Felipe Flores e ingresó en el hospital de
San Juan de Dios con la categoría de Cirujano Mayor,
puesto que desempeñó a lo largo de 30 años has-
ta su muerte. Creemos que estudió y recibió título
de cirujano en Venezuela y facilitó los estudios de
cirugía en Guatemala. Operaba cataratas, trepana-
ba senos maxilares, extirpaba tumores cancerosos.
Cirujano de verdad, maestro dadivoso practicaba
con frecuencia autopsias clínicas, enseñando a sus
alumnos la verdadera anatomía. Creemos que usó el
alcohol como analgésico para evitar el dolor del acto
quirúrgico. Se le considera el fundador de la cirugía
científica y medicina legal en la Nueva Guatemala de
la Asunción y desde entonces se inicia el desarrollo
en la cirugía en Guatemala. El 6 de febrero de 1805,
se publicó impreso un aviso al público, dándole
cuenta de la fundación del Colegio de Cirugía2.
Época de vida independiente
En los primeros 26 años de vida independiente no
hubo adelantos en cirugía en Guatemala. Alrede-
dor de 1847 el siglo de oro de la cirugía empieza en
Guatemala, gracias a José Luna y Arbizú, padre de
la anestesia, quien es el representante de la Ciru-
gías inglesa y francesa de mediados del siglo XIX. Y
a Juan Ortega, padre se la asepsia y antisepsia. En
1882, Juan José Ortega trajo de París múltiples inno-
vaciones. El pulverizador de Championere, la cura de
Lister, y la sutura de Catgut, siendo las tres primeras
innovaciones introducidas en el hospital a fines del
citado año. En este año se funda el Hospital Militar.
José Monteros, gran cirujano, introdujo la transfu-
sión sanguínea2.
Siglos XX y XI
La cirugía guatemalteca en esta época tendió a di-
versificarse y aparecieron diversos hospitales y espe-
cialidades quirúrgicas. En 1958 se funda el Hospital
Roosevelt. Y allí mismo, en 1959, se crea el primer
centro de entrenamiento de cirugía como post gra-
do (residencia) por los doctores Eduardo Lizarralde,
Rodolfo Solís Hegel y Roberto Arroyave. Posterior-
mente se crea el post grado de cirugía general en el
Hospital San Juan de Dios por el Dr. Rolando Imeri
Lorenzana. Luego se abre el del Seguro Social, pero
no fue sino hasta 1972 que son aceptados y reco-
nocidos por la Universidad de San Carlos de Guate-
mala.
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