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Ya a b da o o d 22 Nos habíamos juntado en el parque para ver a quien le tocaba. Ñaja comenzó el ritual de señalar a cada uno cantando: Pedro Picapiedra mató a su mujer, de cinco cuchillazos la hizo caer, yaba daba doo, saliste tú... Y su dedo terminó señalando el pecho de Mauricio. Bien obediente, el mongol de Mauricio cumplió con el juego. Tomó el cuchi- llo de la cocina y lo clavó cinco veces en la espalda de su hermana. La pobre se llamaba Ana.