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nada “La Gran Recogida”, y que dejaran en nuestras manos la labor de
recoger alimentos, clasificarlos, embalarlos y apilarlos para que ellos los
hicieran llegar en las mejores condiciones a quien lo necesita y facilitándoles dicha labor.
Hay que agradecer la confianza que mostraron en nosotros tanto los
coordinadores de “La Gran Recogida”, como los responsables de “Carrefour Market”, en Granada capital, lugar donde desarrollamos nuestra
labor. Además, hay que destacar las facilidades y colaboración que nos
prestó todo el personal del establecimiento.
La idea de la práctica no tenía otro fin que enseñar, y cuanto más se enseñe mejor, y cuanto mejor enseñado esté mejor y nada se enseña más y
mejor que a través de la propia experiencia y del propio esfuerzo. Y si lo
que se aprende, además sirve para ayudar, te reconforta y tiene aún más
sentido. Ese sentido Avemariano que todos los profesores y profesoras de
la Institución buscamos al realizar nuestra labor docente y que queremos
transmitir para formar “hombres y mujeres cabales”.
Así, el esfuerzo que realizaron estos jóvenes tuvo una doble recompensa
a cual más valiosa: por un lado académica; el profesorado, coordinado
con el Banco de Alimentos enseñó a los alumnos y alumnas nociones
sobre prevención de riesgos laborales en el manejo de mercancía pesada
y también sobre como abordar a los clientes que pudieran entrar en el
establecimiento, así como el trato que se les debía dispensar. Además, el
trabajo en equipo era fundamental a la hora de coordinarse en las labores

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de información a los clientes y, posteriormente a la hora de recoger, clasificar, embalar y apilar correctamente la mercancía que nos entregaban. Y
por otro lado, estaba la recompensa de la solidaridad y entrega, de sentirse
útil, de saber que la vergüenza que se siente al abordar a un desconocido
para pedir algo que no es para uno mismo merece la pena y también que
luchar codo con codo con compañeros nos enriquece aún más.
Los comentarios del alumnado sobre su experiencia, plasmadas en las
siguientes líneas, y las imágenes que acompañan a este artículo, quizás
puedan dar respuesta a las cuestiones planteadas al principio de este artículo, en todo caso son un buen reflejo de lo vivido aquel día:
- “La experiencia me hizo más humano, sentir que estoy ayudando es
algo que como persona te da más alegría y agradecimiento por todo lo
que tienes”.
- “Mi experiencia en la recogida de alimentos fue muy buena ya que sabes que ayudas a los más necesitados.”
- “Las personas que colaboraron fueron muchas, hay mucha gente dispuesta a ayudar”.
- “Me sentí muy contenta y muy a gusto con esta actividad, hubo mucho compañerismo”.
- “Experiencia muy enriquecedora. En mi opinión, se trata de concienciar a la sociedad de que es necesario ser solidarios y no nos cuesta nada”.
- “La recogida de alimentos y la preparación previa estuvieron muy organizadas”.

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- “Era la primera vez que participaba y estaba un poco nerviosa, conforme pasaban las horas disfrutaba más, y cuando terminó mi turno me
sentía bien, feliz de saber que con nuestro esfuerzo podíamos ayudar a
mucha gente…Si me preguntan que si volvería a hacer esta actividad, no
me lo pensaría dos veces”.
- “Me gustó mucho
hacer esta actividad con
mis compañeros y ver
cómo nos coordinábamos“.
- “Para mí, participar en
esta experiencia me ha
hecho vivir la realidad de
las cosas y me ha ayudado a madurar en cierto
sentido. Por un lado, ves
como la gente se ofrece
a ayudar a las personas
que más lo necesitan y
colaboran. Pero también me ha decepcionado ver que hay gente que no
colabora y eso me daba rabia porque costaba muy poco ayudar”.
No cabe duda de que este curso repetiremos e intentaremos hacer una
“práctica más solidaria”.

“La
experiencia
me hizo más
humano”

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