Revista Agosto 2018 REVISTA FINAL AGOSTO PLOMA | Page 20
ITSJAPÓN A LA VANGUARDIA
No hay por tanto una función unitaria,
sino una participación en funciones relacio-
nadas con las sensaciones y percepciones
auditivas y visuales, en el almacenamiento
de la información y en el tono afectivo y
emotivo de la conducta humana.
Estructura del sistema auditivo
Como órgano responsable de la audi-
ción y el equilibrio se tiene al oído, el
mismo que se divide en tres zonas: Exter-
na, media e interna.
El oído medio: está en comunica-
ción directa con la nariz y la garganta a
través de la trompa de Eustaquio, que per-
mite la entrada y la salida de aire del oído
medio para equilibrar las diferencias de
presión entre este y el exterior. Hay una
cadena formada por tres huesos pequeños
y móviles (huesecillos) que atraviesa el
oído medio. Estos tres huesos reciben el
nombre de martillo, yunque y estribo. Los
tres conectan acústicamente el tímpano
con el oído interno, que contiene un líqui-
do.
El oído externo: Es la parte del
aparato auditivo que se encuentra en posi-
ción lateral al tímpano o membrana timpá-
nica. Comprende la oreja o pabellón auri-
cular o auditivo (lóbulo externo del oído) y
el conducto auditivo externo, que mide
aproximadamente tres centímetros de lon-
gitud y presenta dos zonas: una externa
que es fibrocartilaginosa y otra interna que
es ósea.
El oído medio: Se encuentra ubica-
do en la cavidad tempánica llamada caja
del tímpano, cuya cara externa está forma-
da por la membrana timpánica, o tímpano,
que lo separa del oído externo. Incluye el
mecanismo responsable de la conducción
de las ondas sonoras hacia el oído interno.
Es un conducto estrecho, o fisura, que se
extiende unos quince milímetros en un
recorrido vertical y otros quince en recorri-
do horizontal.
El oído interno: O laberinto, se
encuentra en el interior del hueso temporal
que contiene los órganos auditivos y del
equilibrio, que están inervados por los fila-
mentos del nervio auditivo. Está separado
del oído medio por la fenestra ovalis, o
ventana oval. El oído interno está constitui-
do por una serie de cavidades óseas,
comunicadas entre sí, constituyendo el
laberinto óseo; a su vez, dentro de estas
cavidades óseas y el membranoso existe
otro líquido denominado perilinfa. Morfoló-
gicamente podemos diferenciar en el oído
interno tres partes: cóclea o caracol, vestí-
bulo y tres canales semicirculares.
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