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Durante el torneo Clausura 2018, los equipos “Lobos
BUAP” y “Cafetaleros de Tapachula”, se vieron en
una situación poco común, pero que se seguirá dando
si la regla próximamente mencionada no cambia, la
cual en mi opinión, es injusta.
Según el reglamento de la FMF (Federación Mexicana
de Fútbol), el equipo de la Liga MX que tenga el
menor cociente (en este caso “Lobos BUAP”),
descenderá a la liga Ascenso MX, y el equipo
campeón de esta liga (en este caso “Cafetaleros de
Tapachula”), ascenderá a la antes mencionada Liga
MX si es que cumple los requisitos para estar en ella.
Los requisitos que pide la FMF para que un equipo
ascienda son:
1.
Infraestructura deportiva: categorías inferiores
Sub20, Sub17, Sub15, Sub13 y equipo femenil.
2. Comprobación de situación financiera.
3. Estadios “Tipo A”.
Debemos hacer hincapié en el punto número 3. Para
que un estadio sea tipo A, debe tener una foro de al
menos 20,000 personas, iluminación de 200 luces para
partidos nocturnos, 4 vestidores y medidas que
garanticen la seguridad de los aficionados y de los
futbolistas.
Como ya ha sido mencionado, “Cafetaleros de
Tapachula” ascendió deportivamente en el clausura
2018 al ganarle la final de campeón de campeones a
“Alebrijes de Oaxaca” por un marcador global de 6-3.
Al pasar por los requerimientos para encender, la FMF
se dio cuenta de que el equipo de Tapachula no
cumplía con uno de los requisitos, el equipo no tenía
un estadio tipo A, ya que tenía una capacidad de
11,000 personas.
Ante este problema y como dice el reglamento,
“Lobos BUAP” juntó 120 millones de pesos, los
cuales 60 se los dieron a la FMF y los otros 60 al
equipo de Tapachula para que pudieran remodelar su
estadio.
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