PALABRAS INICIALES
y aberrante reorganización policial, al aglutinar las tres
Instituciones Policiales que hasta el año 1988 existían, en una
sola, denominada Policía Nacional del Perú. Esta situación
originó que la Policía como institución, en lugar de consolidarse,
empezó su descenso en productividad, eficiencia y eficacia
en la lucha diaria contra la delincuencia, la reducción del
autoestima del personal policial, el menosprecio y desprecio
de ese gobierno en especial y de los que lo han seguido hasta
la fecha, así como el manoseo político se haya hecho más
evidente e incisivo, al asignarse de manera aleatoria a las
diferentes actividades policiales al personal, sin respetar su
formación en sus respectivas escuelas, su propia experiencia
en el servicio policial en cada una de sus especialidades,
cometiéndose a partir de esa fecha una serie de desaciertos
en los diferentes comandos, situación que se vio reflejada en
un pésimo servicio policial a la sociedad. Esta situación que a
la actualidad persiste, se agrava irreversiblemente debido al
escaso o casi nulo interés que han demostrado los diferentes
gobiernos, de otorgarle el verdadero status que merece la
Policía como una institución tutelar, profesional, técnica e
histórica, para mantener el Orden Interno, preservar el Orden
Público y la dedicación exclusiva a la función policial en favor
de la sociedad peruana, debiéndose eliminar como primera
medida el servicio 24x24, con la finalidad de disponer la mayor
cantidad de efectivos policiales para el servicio preventivo.
Ha sido y es preocupación de esta gestión, que van a
transcurrir 22 años de cre