Revista 400 Número de Febrero del 2015 Revista 400 Número de Febrero 2015 | Page 5
LA JUSTICIA SOCIAL
La justicia puede ser entendida
como virtud humana, definirse como el arte de hacer lo
justo, y de «dar a cada uno lo
suyo» (latín: «suum quique
tribuere» contenido en el Ars
Iuris), básicamente esto nos
dice que la justicia es la virtud
de cumplir y respetar el derecho, es el exigir sus derechos,
es otorgar los derechos a un
individuo. Todas las virtudes
están comprendidas en la justicia.
La justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera, dentro y entre las naciones. Defendemos los principios de justicia social
cuando promovemos la igualdad de
género o los derechos de los pueblos
indígenas y de los migrantes.
Promovemos la justicia social cuando
eliminamos las barreras que enfrentan
las personas por motivos de género,
edad, raza, etnia, religión, cultura o
discapacidad.
Partiendo del concepto de justicia
como aquello que debe asignársele a
cada uno según lo que le corresponda,
individualmente considerado, la justicia social alude al mismo concepto,
pero tomado ese individuo como conjunto del cuerpo social, para atenuar
las situaciones desfavorables en que
las circunstancias lo han colocado.
Da a cada quién lo que le corresponde
y crea las condiciones necesarias a
una mejor vida para todos. Es base
para la paz y la seguridad; para vivir y
practicar una cultura de legalidad y
tener una economía y un trabajo dignos. La justicia no es una simple convención humana, porque lo que es
"justo" no está determinado originariamente por la ley, sino por la identidad profunda del ser humano.
imparcial; así, para justificar algo hay
que dar razones convincentes que los
demás puedan compartir. La defensa
de un principio de justicia se puede
hacer por vía de la argumentación
racional, que divide en cuatro los tipos de argumento: argumento práctico, argumento por analogía, argumento ético y argumento de identidad.
La justicia social, entendida en términos generales, es el conjunto de decisiones, normas y principios considerados razonables por un colectivo social
determinado.
El liberalismo que inspiró la Revolución Francesa del siglo XVIII dejó al
libre juego de la oferta y la demanda
todos los aspectos de la vida social.
No sólo los precios de los productos
de consumo subían o bajaban de
acuerdo a ese principio, sino incluso
los salarios de los trabajadores, que
eran una mercancía más, sin ningún
derecho.
Un estándar de justicia sería aquello
que se considera más razonable para
una situación dada. Razonable significa que determinada acción es defendible ante los demás con independencia
de sus intereses u opiniones personales, esto es, desde una perspectiva
Un siglo más tarde los Estados comenzaron a proteger a las clases más
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