tropas mexicanas consiguieron hacer que
Taylor y los hombres a su mando se
replegaran. Santa Anna pudo hacer que las
líneas enemigas terminaran por caer, al
final de la batalla de la Angostura el general
Santa Anna ordena a sus tropas la retirada.
En las cercanías del centro de la ciudad de
México, hacia el sur del territorio
mexicano, se dieron las batallas de
Padierna y Churubusco, en las cuales se le
hizo frente a las tropas comandadas por el
general Scott, para tratar de frenar el
avance de los estadounidenses hacia la
ciudad de México.
La batalla de Chapultepec, el 13 de
septiembre de 1847, sería un último intento
de frenar al invasor, aunque con poco éxito.
En este lugar, algunos cadetes del colegio
militar que era el castillo de Chapultepec
murieron defendiendo la posición. El
batallón de San Blas, comandado por
Felipe Santiago Xicotencatl, enviado para
reforzar la defensa del castillo fue
totalmente anulado por el ejército invasor.
Ya nada impedía que los estadounidenses
marcharan hacia la ciudad de México, y así
lo hicieron, aunque aún tuvieron que
romper la resistencia de la garita de Belén
y San Cosme, llegando a la capital el 14 de
septiembre de 1847, en donde encontraron
resistencia por parte de la población civil, y
finalmente el 15 de septiembre de 1847, en
el asta bandera del Palacio Nacional ondeó
la bandera de las barras y las estrellas como
recordatorio de que México había perdido
la guerra y los territorios que Estados
Unidos reclamaba.
Firma
del
Tratado
de
Guadalupe Hidalgo, fin de la
guerra
conclusiones
El 2 de febrero de 1848 llegó a su fin la
guerra entre México y los Estados Unidos
con la firma del Tratado de Guadalupe
Hidalgo, el cual establecía que México
cedía los territorios de Nuevo México y la
Alta California como consecuencia de
haber perdido la guerra. Estados Unidos se
comprometió a indemnizar con 15
millones de pesos a México. En 1853,
cuando Santa Anna regresó para gobernar
el país por última vez, la Mesilla, el último
pedazo que quedaba de esos territorios en
México, fue vendido a los Estados Unidos
por 10 millones de dólares.
La guerra México-Americana fue una
guerra perdida desde el comienzo de la
misma, una división fratricida por el poder,
aún y cuando el país estaba siendo
mutilado. La falta de apoyo de algunos
estados mexicanos, que en esa época
conformaban el país 19, y de los cuales solo
7 aportaron armas y dinero, agravaron más
el conflicto. La falta de nacionalismo y
unión fue finalmente lo que venció más allá
de la fuerza del invasor.
Guerra de castas
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