La geografía de Chile ha sido determinante a la hora de forjar la identidad de su pueblo, por un lado, su aislamiento natural entre la cordillera de los Andes y el océano Pacífico le ha llevado a desarrollar una fuerte identidad nacional y un cierto carácter conservador, que en los últimos años está cambiando, por el otro, sus dimensiones, con 6,000 kilómetros de largo. Los chilenos se reconocen sentimentalmente por ser amables, acogedores, solidarios y tranquilos, estos le dan mucha importancia a su familia, su hogar y sus amigos y tienen un amplio respeto por las tradiciones religiosas, aunque las generaciones más jóvenes de las ciudades están cambiando esto.
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