Donald Trump amenazó hoy con cerrar el grifo de forma definitiva a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la agencia de Naciones Unidas a la que el presidente estadounidense acusó nuevamente de ser una "marioneta" al servicio los intereses de China. Un ultimátum que ha sido interpretado por sus oponentes como parte de una estrategia para buscar un enemigo externo al que responsabilizar de sus errores en la gestión de la pandemia de coronavirus.
El presidente de recordó que Estados Unidos es el mayor contribuyente con una aportación anual de 450 millones de dólares a los presupuesto de la OMS, frente a los 38 millones que destina Pekín. A pesar de esta disparidad, la agencia de Naciones Unidas "está demasiada centrada en China, por decirlo de alguna manera", lamentó Trump.
"Si la OMS no lleva a cabo mejoras sustanciales importantes en los próximos treinta días, la congelación temporal que ordené de nuestras aportaciones a la organización que dirige será de forma permanente y además reconsideraré nuestra pertenencia al organismo", advirtió el presidente en una carta de cuatro páginas dirigida a su director general, que hizo pública a través de su cuenta de Twitter.
Afirmó que la a OMS ha hecho afirmaciones sobre el coronavirus que eran "inexactas" o, en el peor de los casos, "engañosas" y criticó directamente a Tedros por no haber declarado la pandemia antes del 30 de enero. La agencia de la ONU se limitó a dar acuse de recibo a la carta de Donald Trump y a través de un portavoz en Ginebra explicó que están "evaluando su contenido".
China ya respondió , anunciando otros 2.000 millones de dólares para la lucha contra el coronavirus y acusando a Washington de crear una cortina de humo para no asumir sus errores. Un argumento que comparten los oponentes de Trump, que llevan semanas acusándolo de estar echando balones fuera y buscándose un enemigo externo para no aceptar su responsabilidad en esta crisis que ha dejado ya 90.000 muertos en su país.
El presidente está a falta de seis meses para tener que revalidar su mandato en las urnas y necesita convencer no sólo a sus simpatizantes, algunos de los cuales han llevado su lealtad al extremo de tomarse en serio la sugerencia que hizo a finales de abril de utilizar lejía, sino a la gran masa de indecisos que necesita que voten por él en las elecciones de noviembre próximo para poder seguir otros cuatro años en la Casa Blanca.
El ultimátum de Trump a la OMS llegó el mismo día en que el magnate neoyorquino admitió públicamente que lleva desde hace más de una semana tomando a diario una pastilla de hidroxicloroquina, el medicamento contra la malaria, combinado con zinc para prevenir un posible contagio del Covid-19. Todo a pesar de que los médicos y expertos y hasta su propia administración han dicho en repetidas ocasiones que no está probada su efectividad.
La Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) ya emitió el pasado mes de abril una alerta en la que desaconsejó su uso porque no está demostrar que la hidroxicloroquina y la cloroquina sean "seguros o eficaces" para tratar el Covid-19, mientras que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) también han aclarado que todavía no existe ningún fármaco para prevenir o tratar las enfermedades relacionadas con el coronavirus.