RESISTENCIA, la revista 001 | Page 62

AUSCHWITZ

Esme Rul Marín. 2º Batx. Ciències

Llegamos a la exposición, sin mucha idea con la intención de pasar rápido a otra cosa, y salimos con una visión del horror que vivieron millones de personas y que, por desgracia, cada vez se intenta olvidar más.

La exposición nos enseña como se puede promover el odio. Poco a poco como se transformó la crisis económica y el decaimiento del bienestar de una nación en una culpabilización de todo un pueblo, del pueblo semita, y de grupos sociales y étnicos. Ello queda reflejado en los juegos que inventaban, para que incluso ese odio fuese inculcándose en los niños. De como los alemanes se refugiaron en una especie de salvador populista, Adolf Hitler, que llego al poder a través de las urnas. En una de las imágenes vemos el parlamento alemán con el dictador rodeado y presidiendo la sala el gran símbolo del nazismo. Es como si te llevará a un discurso populista donde los oyentes se dejan arrastrar hasta el extremo de perder el raciocinio. Es entonces cuando piensas que se podría trasladar la imagen a nuestros días donde la historia se repite y los discursos populistas se aprovechan del descontento social, y lo transforman en odio hacia diferentes colectivos de personas.

Siguiendo la línea cronológica de la exposición, nos encontramos con las fotografías que nos muestran la evolución del exterminio del pueblo judío, iniciándose en la reclusión en guetos, y de como se institucionaliza definitivamente legislando para segregar a los gitanos, judíos, eslavos, homosexuales y otros colectivos. Del inicio de la masacre nos dan una fecha el 9 de noviembre de 1938, noche de los cristales rotos. Nos demuestra que la conciencia se puede esconder mientras las injusticias empiezan a aflorar, es el inicio del mayor genocidio de la historia. Aquí es cuando Auschwitz entra a formar parte de este horrible relato. El campo fue creado en el año 1940, para unos 30,000 prisioneros polacos, y posteriormente se amplio a Auschwitz II en 1941 y terminó con el último Auschwitz III en 1942.

Aquí es donde la visita nos hace ver los sentimientos más repulsivos hacia el nazismo, cuando las fotografías muestran los prisioneros, que en teoría eran afortunados por ser elegidos para trabajos forzados, tras su llegada al campo ves en sus rostros la incertidumbre de su futuro, la mirada sin esperanza, el deseo de de un desenlace lo más rápido posible.

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