RESISTENCIA, la revista 001 | Page 53

eran personas, con su historia, con su familia, con su vida. Vida que quedó destrozada durante el exterminio.

Me impactó mucho conocer versiones de algunos alemanes. Como una persona puede sentir tan gran desprecio u odio hacia una comunidad (sé que esto existe y de hecho es un tema visible e innegable de nuestra sociedad). Me sorprendió la dimensión de este sentimiento) el afán de superioridad, el empoderamiento que les producía dominar a todas esas inocentes personas, o incluso la falta de empatía que les llevaba a cometer actos, torturas o simplemente a tratarlos con inferioridad. Creo que este aspecto es uno de los que más me costó asimilar, ya que en mi esta concepción de la desigualdad no existía.

Y otro de los datos que me pone los pelos de punta es pensar que mientras todo esto sucedía nadie del exterior sabía nada. Como el dominio alemán consiguió controlar la situación dentro y fuera de los campos de concentración. Esto muestra el gran poder de los nazis, y si eran capaces de hacer creer al resto del mundo que todo funcionaba con ‘normalidad’ en Auschwitz, ¿de qué no eran capaces?

Una de las cosas que no entiendo es como en los días que corren aún hay gente que es capaz de negar tal tragedia, de afirmar contundentemente que el holocausto no existió, y más que miedo esto me causa rabia e impotencia.

Después de haber pasado por cada una de las salas, considero que ahora sí conozco la historia, esa historia que nadie es capaz de narrar, ya que no se puede contar simplemente en un libro, solo puede ser percibida si usas todos los sentidos. Estar en esta exposición me hizo sentirme parte de la historia. Me hizo reflexionar y cambiar mi perspectiva, sobre los hechos pasados, y también sobre los que pueden estar por venir.

Esta experiencia ha significado un punto de inflexión en mi manera de ver las cosas. Si tuviese que resumir mis sensaciones y mis sentimientos acerca de lo que viví en Madrid ese día sería: el pasado forma parte de nuestra historia, y sin él no se puede entender el presente, por eso quien no conoce la historia está condenado a repetirla.

En cuanto al futuro, o a lo que esté por venir, mi aprendizaje se basa en: no basta con indignarnos, tenemos también que implicarnos.

"Mi aprendizaje se basa en: no basta con indignarnos, tenemos también que implicarnos."

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