Ahora volvemos a estar igual. Tenemos un señor que dice “America first” y piensa que en Norteamérica hay unos señores, que son los anglosajones y son los señores de la Biblia en la mano todo el día, que son superiores y que por tanto los latinos y los afro descendientes son sobras. Está el Ku Klux Klan, es decir matar a un africano no tiene ninguna pena, pues son homínidos. ¿Y los latinos? pues son gente despreciable. Aquí en Europa está surgiendo lo mismo. El señor Viktor Orbán en Hungría; en Austria, un país empeñado en demostrar que Beethoven era austriaco y Hitler era alemán y era al revés, porque es verdad son gente que donde haya un austriaco aquí ya no hay más; tenemos los húngaros, tenemos a los polacos, tenemos en Francia a los señores de Le Pen. Aquí ahora también nos están saliendo otros. ¡Ojo, ojo! Todo eso no lo
tenéis que consentir. Aquí tenéis que estar muy al tanto, porque cuando empiezan estos movimientos hay que decir: ojo que al final esto acaba mal. ¿Por qué acaba mal? Ellos se creen superiores y matar a un inferior es lo normal. En cuanto alguien empieza a poner a Dios, y yo soy creyente, pero en cuanto alguien empieza a poner a Dios como testigo la hemos fastidiado. Cuando veo que ponen “Aquí los caídos por Dios y por España”. ¿Cómo que murieron por Dios y por España? ¿Qué murieron? Mataron a los pobres soldaditos. En enero en Tortosa, ahora voy menos a Catalunya porque tengo mucho que hacer, pero mis padres y toda mi familia, el Ministro que os he dicho antes, eran todos de Tortosa del Sur de de Catalunya y pusieron en el Ebro hace unos 20-30 años un monumento que es muy bonito. Por cierto está muy bien, porque allí fue la Batalla del Ebro, el final ya de la Guerra española donde cayó el ejército Republicano que cometió un gravísimo error. Franco les preparó una pinza y ellos entraron y ahí hubo muchos muertos. Han puesto en el monumento este, que me parece muy bien que pongan un monumento para todos los que murieron. ¿Sabéis lo que han puesto? “Aquí hallaron la gloria”. ¡No hombre, no! Aquí hallaron la muerte y la muerte a manta. No puede ser que empecemos a decir “por Dios y por España”. No señor, me
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