EN MEMORIA DE LAURA KABABIE
A casi un mes de su partida, día con día se valora su enseñanza y es que a veces
hacemos a un lado y perdemos importancia a cosas tan significantes; como lo valioso de
una sonrisa sincera, del hacer las cosas porque así deben ser, sin esperar nada a cambio,
de siempre brindar apoyo incondicional, de escuchar diez audios de cinco minutos cada
uno en vez de una hacer una llamada, de partir la semana con unas cahuamitas en
martes para que se haga más leve la rutina y esperar el próximo martes con ansias...
Dice “La Martiniana”, un son tradicional mexicano, "No me llores no, porque si lloras yo
peno, en cambio si tú me cantas yo siempre vivo y nunca muero..." y bien -amiga-, en
nuestros corazones y en el de todos sus amigos nunca morirá, porque pequeñas
personitas como ella, son las más grandes y las que se quedan en el corazón, porque
siempre habrá alguien que le cante, y por lo menos cada martes, uno le dedicará
religiosamente una canción y una cahuama...