Reino Plantae Volume 1 | Page 10

El tallo es el encargado de sostener las hojas y las flores en disposición funcional; transportando y proveyendo a las plantas cormofitas, la savia bruta o ascendente, por el xilema o leño, hacia los tejidos fotosintetizadores que son normalmente las hojas, y repartiendo por todo el cuerpo del vegetal la savia elaborada o descendente, mediante el floema o líber. En ocasiones almacenan sustancias de reserva (tubérculos, rizomas o tallos subterráneos), como ocurre en las plantas bulbosas.

Tallos herbáceos: Estos tallos toman ese nombre porque son los tallos de las hierbas. Las hierbas a su vez, las podemos dividir en anuales (las que crecen y mueren en el lapso de un año), perennes (duran varios años), y bulbosas (crecen de bulbos), como el tulipán o la dalia. Estos tallos, independientemente de su tamaño, no han desarrollado estructuras leñosas, por lo que son blandos, tiernos, flexibles y jugosos.

Tallos leñosos: Son los tallos de los árboles, arbusto y trepadoras. Pueden ser perennes o caducos (lo que pierden sus hojas en otoño e invierno). Independientemente de su tamaño, y a diferencia del anterior, han desarrollado estructuras leñosas, lo que los hacen duros y rígidos.

Tallos semileñosos: Los tallos mas conocidos de este tipo son los de los rosales.Estos tallos son de una consistencia media entre los herbáceos y los leñosos.

Tallos fibrosos: Esta clasificación abarca a los tallos de todas las palmeras. Son tallos cilíndricos, sin ramas y que terminan en un gran penacho de hojas.

Tallos suculentos: Son tallos esponjosos, poco consistentes y que se especializan en almacenar agua, como los de los cactus.

Cómo clasificar las plantas según sus tallos