C APÍTULO 5
Enseñanza de estrategia y tácticas del fútbol
defensa puede conducir a una penetración rápida y fácil del equipo atacante.
Profundidad
Las defensas deben tener profundidad, igual que los ataques. Los defensores deben
organizarse de manera tal de quedar colocados en posiciones de apoyo por detrás del
primer defensor. Esto crea múltiples líneas de defensa en vez de una línea defensiva
única. Con una línea de defensa única o llana, se requiere de tan sólo un pase o de un
tiro largo que atraviese la defensa para vencer a todos los defensores. La profundidad
les permite a los defensores barrer, o cubrirse unos a otros.
Equilibrio
Las buenas defensas además de profundas son equilibradas. Equilibrio significa una
organización apropiada de los defensores con relación a la ubicación de el balón. Tener
demasiados defensores alrededor del jugador que tiene la posesión de el balón les
otorga a los otros delanteros demasiado espacio y tiempo para que abran oportunidades
de marcar goles. Su defensa debe conservar cierto número de jugadores fuera de la
posición donde se encuentra el balón para que puedan servir de apoyo y restringir las
opciones de ataque. Una defensa equilibrada evita la penetración ofensiva, jugando en
diagonales largas o intercambiando pases.
Concentración
Cuando la defensa se encuentra en su propio medio campo debe armarse en forma
similar a la de un embudo que se extiende desde el arco hacia el medio campo. Al
concentrar a los defensores frente al arco, esta disposición llamada de embudo, limita
mejor el espacio y el tiempo en el que puede trabajar la ofensiva. Esta concentración de
defensores ayuda a evitar que se jueguen pelotas que puedan pasar a través o por encima
de la defensa. También reduce considerablemente el espacio en el área frente al arco.
Control y Restricción
Los defensores deben ser pacientes y no permitir que los atacantes los saquen de su
posición.
La regla de oro consiste en que los defensores no deben empeñarse en disputar el balón
hasta estar prácticamente seguros de obtenerla. Los defensores deben, en cambio,
refrenar a los adversarios hasta que les llegue el apoyo y sea tácticamente seguro
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