Reglas del Fútbol Reglas | Page 182

C APÍTULO 5 Enseñanza de estrategia y tácticas del fútbol defensa puede conducir a una penetración rápida y fácil del equipo atacante. Profundidad Las defensas deben tener profundidad, igual que los ataques. Los defensores deben organizarse de manera tal de quedar colocados en posiciones de apoyo por detrás del primer defensor. Esto crea múltiples líneas de defensa en vez de una línea defensiva única. Con una línea de defensa única o llana, se requiere de tan sólo un pase o de un tiro largo que atraviese la defensa para vencer a todos los defensores. La profundidad les permite a los defensores barrer, o cubrirse unos a otros. Equilibrio Las buenas defensas además de profundas son equilibradas. Equilibrio significa una organización apropiada de los defensores con relación a la ubicación de el balón. Tener demasiados defensores alrededor del jugador que tiene la posesión de el balón les otorga a los otros delanteros demasiado espacio y tiempo para que abran oportunidades de marcar goles. Su defensa debe conservar cierto número de jugadores fuera de la posición donde se encuentra el balón para que puedan servir de apoyo y restringir las opciones de ataque. Una defensa equilibrada evita la penetración ofensiva, jugando en diagonales largas o intercambiando pases. Concentración Cuando la defensa se encuentra en su propio medio campo debe armarse en forma similar a la de un embudo que se extiende desde el arco hacia el medio campo. Al concentrar a los defensores frente al arco, esta disposición llamada de embudo, limita mejor el espacio y el tiempo en el que puede trabajar la ofensiva. Esta concentración de defensores ayuda a evitar que se jueguen pelotas que puedan pasar a través o por encima de la defensa. También reduce considerablemente el espacio en el área frente al arco. Control y Restricción Los defensores deben ser pacientes y no permitir que los atacantes los saquen de su posición. La regla de oro consiste en que los defensores no deben empeñarse en disputar el balón hasta estar prácticamente seguros de obtenerla. Los defensores deben, en cambio, refrenar a los adversarios hasta que les llegue el apoyo y sea tácticamente seguro 182