Querer atar las lenguas de los maldicientes
es lo mismo que querer poner puertas al
campo
Es imposible hacer que las personas que les gusta hablar de los
demás se callen y respeten.
Promesas de enamorados son ligeras de
prometer y muy pesadas de cumplir
Cuando uno está enamorado promete lo que sea sin embargo de la
misma ceguera del amor no se dan cuenta que son cosas que no se
pueden cumplir
Del dicho al hecho hay gran trecho
Cuando una persona promete muchas veces se cumple mucho
después