24 Reflexiones / Febrero, 2016
REBELIÓN CÍVICO MILITAR EN VENEZUELA 1992
El 4 de febrero de 1992 ocurrió una Insurrección Cívico-Militar que se desarrolló simultáneamente en las principales ciudades del centro-occidente del país. Además de los comandantes a cargo de las operaciones –Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta y Miguel Ortíz Contreras–, unos 14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65 suboficiales, 101 sargentos de tropa y 2.056 soldados alistados, tomaron parte en el movimiento militar. Asimismo, grupos pequeños de civiles provenientes de distintas organizaciones de izquierda venezolanas participaron en la acción. La llamada Operación Zamora se escenificó en la zona centro-occidental de Venezuela, en los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal (actual Distrito Capital), desde las 3:00 pm del 3 de febrero de 1992, hasta aproximadamente las 3:30 pm del día siguiente. Alrededor de 2.300 efectivos militares –300 oficiales y un poco más de 2.000 soldados que portaban una banda tricolor en el brazo– fueron movilizados para deponer al entonces presidente Carlos Andrés Pérez, que regresaba del foro económico de Davos.
El eje del movimiento insurgente fue el entonces Distrito Federal (actual Distrito Capital), donde se concentran tradicionalmente los poderes públicos en Venezuela. Allí, desde las 11:00 pm del 3 de febrero, se escenificaron los enfrentamientos más intensos. La base de operaciones de los insurgentes, comandados por el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, estaba en el Museo Militar, en el 23 de Enero. Los principales puntos estratégicos de la capital, que sirvieron de escenario para las operaciones, fueron: la Residencia Presidencial La Casona, el Palacio de Miraflores, el Fuerte Tiuna, las Comandancias Generales del Ejército y la Armada, el Comando Regional número 5, el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, la sede de la Disip en el Helicoide, la sede de la Comandancia de la Policía Metropolitana en Cotiza, la sede de Venezolana de Televisión en los Ruices y la Base Aérea Francisco de Miranda.
Una combinación de suerte y la oportuna reacción de sus ministros salvaron a Carlos Andrés Pérez de la captura y el derrocamiento. A su regreso de Suiza, fue recibido en el aeropuerto por el Ministro de la Defensa, general Fernando Ochoa Antich, y el Ministro de Interiores, Virgilio Ávila Vivas. Ya en la residencia presidencial, Pérez decidió trasladarse al Palacio de Miraflores tras una llamada de Ochoa Antich, quien le informó de la insurgencia en el Zulia.
Gracias a esa súbita decisión logró evadir a los insurgentes, quienes estuvieron a pocos minutos de capturarlo. Intentaron tomar el Palacio de Miraflores. Pérez escapó nuevamente, esta vez hacia la sede de Venevisión, canal de televisión propiedad de su socio de décadas, Gustavo Cisneros. Desde allí condenó la rebelión, cerca de la 1:00 de la madrugada del 4 de Febrero.
HISTORI@S
Ciudad