Los cónyuges pueden ser resistentes a los cambios en su pareja, porque los ven
como una señal de que su pareja no está satisfecha con las cosas como están. Conforte
a su pareja. Cualquiera sea el nuevo rumbo que tome, es necesario involucrar y
asegurar por completo a su pareja de que nada va a interrumpir el tiempo de
pareja. Los cambios dan miedo, pero cuando hay comunicación, honestidad y voluntad
de compromiso en cada paso del camino, el cambio puede ser una cosa muy positiva.
Veamos el ejemplo de Juan y Marisa. Durante los primeros cinco años de su
matrimonio, Juan se quedaba en casa, mientras Marisa trabajaba. Ella notó que
aumentaba de peso, se aburría, y escuchaba con envidia a sus amigas solteras por sus
empleos y experiencias innovadoras. Al principio, ella se lo atribuyó a su matrimonio.
Entonces, una amiga sincera le recordó que sus votos matrimoniales no incluyen la
promesa de hacer siempre lo mismo hasta que la muerte los separe. Esa noche, ella le
dijo a Juan que quería volver a trabajar y probar una suscripción de tres meses en un
gimnasio. Se sintió horrorizado. Él creyó que eso significaba que ella no estaba feliz con
la manera en que él abastecía a la familia, y que la única razón por la que ella quisiera
desear ir al gimnasio \