Hoy en día, los jóvenes no creen que el matrimonio proporcione ningún tipo de
seguridad económica. Ellos prefieren hacerlo por su propia cuenta - tanto hombres
como mujeres - antes de que consideren que están listos para el matrimonio. Como
resultado, la interdependencia financiera no es una razón lo suficientemente fuerte
para mantener los matrimonios juntos.
Históricamente, las creencias religiosas también fortalecían los votos matrimoniales.
Sin embargo, hoy en día las parejas comparten cada vez menos una visión religiosa del
matrimonio como un pacto entre un hombre y una mujer ante Dios. De hecho, según
el National Marriage Project, sólo el 42% de los jóvenes considera que es importante
casarse con alguien con la misma religión. Como resultado de ello, para muchas
parejas sus votos matrimoniales no tienen la misma fuerza de compromiso.
En la actualidad, hay menos desaprobación social del div ܘ