RECONOCIMIENTO DE ENFERMEDADES VIRALES VIROLOGIA 2 | Page 11
infectadas. Este tipo de transmisión es
particularmente importante para la
supervivencia invernal de los virus. (APS, 2013).
Foto: Francisco Morales
La transmisión de los virus a través de un vector
es un proceso sumamente específico. Cada virus
puede transmitirse solamente por un tipo de
vector (por ejemplo, áfido) y no por otro (por
ejemplo, mosca blanca). Contrariamente, cada
especie de vector (por ejemplo, el áfido verde del
durazno Myzus persicae) puede transmitir
algunos virus (por ejemplo, el virus amarillo de
la remolacha, o Beet yellow virus) pero no otros
(por ejemplo, el virus de la tristeza de los
cítricos, o Citrus tristeza virus), a pesar de que
estos virus son genéticamente muy similares
entre sí (APS, 2013).
Según APS, (2013), la interacción entre un virus
y su vector especifico, da como resultado la
transmisión viral, varía entre diferentes vectores.
Las relaciones que se dan entre los virus y sus
vectores son complejas y de gran interés para los
virólogos vegetales ya que los vectores proveen el
principal modo de dispersión de muchos de los
virus que causan importantes pérdidas
económicas. Para algunas combinaciones de
virus-vector, la interacción entre el virus y su
vector es muy superficial y es el resultado de la
fijación del virus a las superficies externas de las
partes bucales del vector. Por ejemplo, los virus
del género Potyvirus producen una proteína
especial llamada componente ayudante (“helper
component”) que actúa como adhesivo entre los
viriones y los estiletes de los áfidos. En este caso,
la adquisición del virus a partir de plantas
infectadas y la inoculación del virus en plantas
sanas toma de segundos a minutos (Agrios,
1999), contrariamente, los virus de la familia
Luteoviridae circulan en sus vectores (áfidos)
moviéndose a través de la pared intestinal (o:
hemocel) hacia la cavidad corporal, y recién así
pasa a la saliva del áfido (APS, 2013).
A estos virus, les toma cerca de doce horas
dentro de su vector (áfido) antes de poder ser
transmitidos a otra planta. Para otros vectores
de virus vegetales, la relación es muy “íntima” y
los virus en realidad se multiplican dentro de las
células de sus insectos vectores. Por ejemplo, el
virus del marchitamiento moteado del tomate
(Tomato spotted wilt virus) se multiplica en las
células de su vector (thrips), y una vez que los
thrips adquieren el virus lo pueden transmitir
mientras vivan. Debido a que las prácticas de
manejo de enfermedades con frecuencia están
diseñadas para controlar a los vectores, entender
el proceso de transmisión viral es de suma
importancia para el desarrollo de estrategias
efectivas de manejo de enfermedades causadas
por virus vegetales (APS, 2013).