5.- PROSPECTIVA
Existe gran incertidumbre sobre si realmente las medidas económicas y comerciales de la
nueva administración de EEUU se encaminarán hacia el proteccionismo o si serán continuistas
con la liberal tradición económica norteamericana. Una política comercial dirigida hacia un
aumento del proteccionismo y opuesta a los tratados comerciales internacionales y a la OMC
podría tener como consecuencia un impacto recesivo en la economía local y global.
En relación a los tratados comerciales multilaterales, la nueva administración de EEUU ya ha
dejado en suspenso uno (TTIP con la UE, cuyo intercambio comercial supone el 60% del PIB
mundial), ha dejado de ratificar otro (TTP, 36% del PIB mundial) y ha decidido renegociar el
NAFTA. Estas medidas, junto con las medidas fiscales (y la posible reacción a las mismas por
parte de la Reserva Federal), propuestas para proteger a las empresas norteamericanas en el
mercado interior y exterior, podrían hacer que aumentase la deuda gubernamental impactando
en la competitividad internacional del dólar y beneficiando a otras potencias como China.
La administración estadounidense tiene en su mano la creación de acuerdos económicos y
políticas para paliar los efectos del
Brexit y el afianzamiento de lazos con Gran Bretaña, sin
tensar las relaciones con la UE. Es decir, la creación de un multicanal económico, que lleve a
un acceso a los mercados y regule la cooperación transatlánticas en un nuevo marco normativo
A lo anterior se une la exigencia de la nueva administración estadounidense de que sus aliados
de la OTAN se impliquen más en su financiación, de modo que EEUU pueda descargar la
inversión en defensa en zona europea y destinarla a su política de “America first”. A Europa le
conviene la OTAN y a EEUU no le conviene una Europa indefensa, por lo que este asunto se
revisará.
El aumento del empleo en sectores energético ligados a las fuentes de energía fósiles depende
más de los precios internacionales de las mismas que de los posibles estímulos económicos
gubernamentales. Esto podría producir la una pérdida de oportunidades económicas y de
empleo en EEUU, que serían aprovechadas por otras potencias.
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