TÉCNICAS DE REVELADO: existen dos tipos, la manual y la automática.
Técnica manual: no se necesita de un equipo especial, se abre la radiografia en el cuarto oscuro, se le quitan ambas envolturas y la lámina de plomo, se coloca en el gancho y se sumege en el líquido revelador, el tiempo requerido (lo indica el fabricante y varía de la cantidad de radiación expuesta), se enjuaga y se coloca en el l. fijador con iguales indicaciones que el revelador. se lava perfectamente y se deja secar.
Técnica automática: se necesita de un equipo especial al que que se inserta la radiografia cerrada, y dentro del aparato se revela la radiografía y al terminar el proceso la radiografía sale ya revelada, límpia y seca.