Entre los primeros usos de la Radiología se contó el estudio del aparato osteoarticular, prestando desde estos primeros momentos una muy útil información a la Ortopedia y Traumatología.
Se demostró desde aquellos tiempos que no solo las fracturas que daban signos clínicos eran demostrables en las placas, sino que situaciones dudosas, sin los síntomas propios eran debidos a fracturas sin separación de los fragmentos.
A estas se les llamó por algún tiempo Fracturas radiológicas, significando con ello que solo podían ser demostradas por la Radiología.