QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 94
e reunieron en el parque, lejos de los demás, para
evaluar la situación. Temían que los teléfonos
estuvieran pinchados. La situación era grave,
extrema, única…
La situación era dramática.
—Lo mismo que tú —le dijo Ángel—. Carteles por
toda la casa, hasta en los armarios, tipo «Si te quedas
sin calzoncillos limpios, allá tú, hay que lavar los
sucios»; y se han ido al cine con tus padres, tan
ricamente. ¿Y sabes lo peor?
—¿Puede haber algo peor?
—¡No van a darme paga semanal! ¡Dicen que
comida no faltará, porque no trabajo, pero eso es todo!
¡No van a darme nada salvo un techo, cama, algún
beso…! ¡Lo pone así mismo, te lo juro! «Tienes
derecho a comida, cama y algún beso, que por algo
eres nuestro hijo, pero nada más». ¿Te lo puedes
creer?
Felipe ya se lo creía todo.
Era casi un veterano.
—Se han vuelto locos —suspiró abatido.
Y eso que la teoría de la abducción y la
S