QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 138

—Vale, luego nos llamamos o nos vemos, para intercambiar ideas. —Perfecto. Cortaron a la vez y Felipe se fue a su cuarto. Cogió un papel, un boli, y pasó los siguientes treinta minutos estrujándose el cerebro en busca de cosas que pedir a sus padres. Primero no le salía nada, al menos nada que fuera lógico, coherente y racional. Luego sí, se le encendió la bombillita y empezó a tomar notas, apuntes, para perfeccionarlo poco a poco. Una hora después ya pasó a limpio las primeras reivindicaciones propias. Soy un niño y estoy aprendiendo. Tengo derecho a equivocarme. Para educarme ya estáis vosotros. Si rompo algo, no lo hago queriendo. Y para saber que las cosas pueden romperse, primero debe haber un accidente, que se rompan, y así sé que no tengo que volver a hacerlo. Cuando me tuvisteis sabíais muy bien en qué lío os metíais, así que no me echéis la culpa