La escuela, particularmente, se encarga de la educación desde los primeros años de la infancia, momento crucial para la construcción de aprendizajes significativos perdurables en el tiempo.
El niño debe crear un sentimiento de pertenencia con su ambienpodremoste, para luego, desde allí, respetarlo y cuidarlo. Su alcance principal como ciudadano, lo tendrá desde su hogar, y es precisamente la enseñanza de las “tres erres” las que permitirán la práctica cotidiana del cuidado de su medio.
Teoría y práctica se vinculan cuando el niño desarrolla paulatinamente hábitos correctos para la protección de su medio.
El docente como agente activo, debe promover la motivación de los niños, enfatizando en la importancia del cuidado del medio. El niño debe sentirse partícipe de su accionar social, observando consecuencias, objetivos y posibles metas a alcanzar.
La educación del siglo XXI, debe brindar un espacio para el tratamiento de residuos, haciendo partícipes a toda la comunidad educativa de esta problemática mundial, buscando soluciones desde la cotidianidad.
Reducir, reciclar y reutilizar son conceptos que deberían permanecer latentes en todas las aulas de nuestro país.
Producción: Alejandra García, Sofía Ramos, Stefanie Rodríquez, Estela Silva.