Que Calor! Publicación 39 | Page 12

�������

������������ ��

����������������������������������������������������������� ����������������������������������������������������

El clásico refrán de “ da amor sin mirar a quién ” debería puntualizar diversos detalles , esos que todos nosotros hemos experimentado en piel propia al dar lo máximo de nosotros mismos a quienes nos rodean , sin saber que existen límites .
Hay quien da por sentado que recibir atención , halagos , favores y cariño es algo que no requiere esfuerzo , que sólo por tener pareja es lo esperable , sin recordar que una relación es un intercambio continuo donde “ tú me das y yo te ofrezco .”
El amor incondicional es , sin duda , algo muy respetable . Es lo que siente , por ejemplo , una madre por un hijo , un pilar infranqueable que entendemos y que valoramos .
Ahora bien , la “ incondicionalidad ” por sí misma es un terreno peligroso para muchas personas . Porque no en todos los casos puede justificarse el seguir dando afecto y respeto cuando ya no lo recibimos . Cuando somos despreciados o traicionados . Es un aspecto común en nuestras relaciones afectivas que deseamos abordar en el siguiente artículo .
La decepción cansa y apaga poco a poco el amor Este sentimiento suele aparecer en las parejas . La decepción cansa y nos hace abrir los ojos . No obstante , hasta que llega ese momento , pasamos por una serie de fases complejas y emocionalmente duras que nos hace cuestionarnos muchas cosas .
Cabe decir que una decepción no siempre es el primer paso hacia una ruptura . Hay veces en que nos permite ver las cosas con mayor realismo para poner en marcha unos cambios más maduros . Veámoslo con detalle .
Cuando el amor es ciego y la decepción nos abre los ojos Hay algo que suele ocurrir cuando somos muy jóvenes : vivir esas relaciones afectivas donde idealizamos a la pareja de tal modo que , lejos de verle cualquier defecto , solemos ponerla en un pedestal muy alto .
El día a día nos va demostrando que la perfección no existe , y eso no debe ser malo ni bueno . Ver la realidad de las cosas es una forma adecuada ( y necesaria ) con la que afrontar mejor una relación . Nuestra pareja , al igual que nosotros mismos , no es perfecta , ni mucho menos infalible . Cometemos errores , todos tenemos manías y muchos defectos . Esas primeras decepciones deben abrirnos los ojos para darnos cuenta de que para que la relación prospere , ambos debemos invertir por igual .
Los fallos se corrigen , los errores sirven para aprender y los defectos se armonizan con los nuestros . Ahora bien , también sabemos que “ hay decepciones y decepciones ” y errores que no siempre se pueden perdonar .
La decepción que cansa y que hiere Hay hechos , detalles , palabras y actos que nos abren los ojos y que nos demuestran , con algo de impacto , que una persona no era como esperábamos .
Lo más probable es que nunca fuera como nosotros creíamos porque , tal y como hemos señalado con anterioridad , el amor tiende a idealizar el carácter de las personas . El amor nunca debería ofrecerse con los ojos cerrados . Lo más complicado de todo esto es que , a la hora de hablar de emociones , entramos ya en un ámbito donde es muy complicado controlar lo que sentimos . Podemos aceptar una decepción , podemos perdonar un error , e incluso cinco . No obstante , en el momento en que se reincide sin que importe en absoluto el dolor ocasionado , nos vemos obligados , sin duda , a tomar una decisión .
Por último , si las decepciones continúan , será el momento de dar una respuesta más contundente . De lo contrario , quedaremos demasiado heridos , demasiado fragmentados . No lo permitas .
8 Que Calor Magazine Para anunciarse llame al : ( 602 ) 795-4550