Por Guillermina Castillo
El movimiento estudiantil de 1968 fue un movimiento social en el que además de estudiantes de la UNAM, IPN, y diversas universidades, participaron profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionistas en la Ciudad de México y que fue reprimido el 2 de octubre de 1968 por el gobierno de México en la matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.
El hecho fue cometido por el grupo paramilitar denominado Batallón Olimpia, la DFS y el Ejército Mexicano, en contra de una manifestación convocada por el Consejo Nacional de Huelga.
Debido a la acción gubernamental al pretender ocultar información, no se ha logrado esclarecer exactamente la cantidad oficial de asesinados, heridos, desaparecidos y encarcelados. La fuente oficial reportó en su momento 20 muertos, pero las investigaciones actuales deducen que los muertos podrían llegar a 200.
Braudel fue el primero en denominar al movimiento Revolución cultural de 1968, caracterizado por revolucionar para siempre los tres principales espacios de recreación de la cultura: la familia, los medios de comunicación y la escuela.
Estas son las versiones oficiales y que fueron comentadas alrededor del mundo; sin embargo, hace poco tiempo el Ejército Mexicano publicó algunas escenas en las que se ve a sus miembros tratando de defender a los estudiantes, incluso cubriendo los cuerpos de ellos para evitar la matanza. Claro que no se le dio la difusión debida, en virtud de que se alteraría todo lo conocido hasta la fecha.
Cuando la gene encontraba a los estudiantes en la calle, se les preguntaba qué era lo que querían y cuál era su lucha, a lo que como siempre en estos casos, lo ignoraban, ya que solo fueron utilizados para desestabilizar al País.
Algunos dicen que se trataba de evitar que las olimpiadas fueran celebradas en México, ya que no convenía a los intereses de algunos, que nos conocieran sin el clásico sombrero y el nopal.
También le atribuyen el orden de intervenir al presidente de la República en ese entonces, cuando la realidad dicha orden fue dada por alguien más que tenía todo el poder para hacerlo.
Las versiones al principio, fueron narradas por escritores extranjeros que solo reportaron lo que les dijeron que sucedió, ya que ellos no estuvieron ahí.
La verdad es que nunca sabremos la verdad acerca de este hecho lamentable que enlutó muchos hogares en la Ciudad de México, ni cuáles fueron las causas del movimiento ni quien lo inició y sobre todo por qué utilizó a los jóvenes en lugar de la clase trabajadora o las personas con más necesidades, porque la realidad, es que jamás se solicitó mejor educación ni mejores profesores o más aulas educativas.
Por Guillermina Castillo