¿SABEMOS
PERDONARNOS?
Cuando cometemos errores y por ello Fracasamos, nos sumimos en una tristeza profunda, sin considerar las causas que nos llevaron hasta allá, hasta el umbral del fracaso tan huérfano, tan solo, tan siniestro! A nadie nos gusta pensar que somos soberbios, flojos, atenidos, confiados, ambiciosos o ignorantes, antes bien, nos sentimos únicos, indispensables, invulnerables…esta es la razón por la que nos duele tanto cometer error que trascienda al fracaso… y nos duele aún mas, si eso que nos lastima, que nos lacera, es conocido por las personas que nos conocen, o con las que nos frecuentamos.
Tenemos que soportar el peso de nuestro lastre, el peso de la seguridad de no haber sido buenos para salvaguardar nuestro éxito, de no haber podido evitar causar daño a alguien más, de haber sido inoportuno con el trabajo, de gastar más de lo que debíamos hacer, de regañar a un ser querido por causa injusta, en fin, cualquier conducta que despleguemos alejados de nuestro corazón, traerá como resultado el fracaso, social, familiar, laboral, económico, etc…
La situación no se acota allí, al sumirnos en la tristeza con que inicio esta plática, nos alejamos más de las personas que nos quieren, no vemos sus sonrisas cálidas, no sentimos la fuerza de su mano tendida hacia nosotros para ayudarnos a superar la caída, nos hacemos sordos a su comprensión y respeto.
Lo cierto es que también ponemos mas atención a quienes disfrutan por nuestro error y fracaso, que se solazan con nuestro corazón herido, que se burlan con dureza impía, que nos desprecian por la derrota!!! Nos hieren, nos humillan, incluso magnifican el daño que causó nuestro fracaso para engrandecer a éste.
Por: Rosario Iglesias
10 QUE BONITO ES MANZANILLO