QUE BONITO ES MANZANILLO NUMERO 15 | Page 22

El reloj marcaba las 2:30 hora local, el sonido ambiental anunciaba la llegada de nuestro vuelo, era una ciudad que impresionaba desde lo alto del avión, a lo lejos se veía el glamoroso edificio de John Hancock Tower el edificio más alto de Boston, tras el Rio Charles, esperaba una Ciudad sumida en el silencio fuera de todo bullicio por la hora de desembarque, mas cual fue mi sorpresa que todo era mucho movimiento, Maria Luisa y Fernando pasaron por mi, la excitación me invadía de saber que por la tarde cruzaría el puente que lleva a la Mítica Universidad del MIT donde los sueños me invadían por saber que ahí se desarrollaba la ciencia que pulula por los rincones de este planeta.

A las 12:30 después de un buen almuerzo y desde el lindo barrio de Weymouth (no se si en honor al pueblo de Inglaterra o al científico inventor de la fórmula para el transporte del Gas Natural) partimos tomando la ruta hasta el entronque de la 93 que nos llevaría hasta Storrow Dr y así llegar a la Massachusetts ave, aquí les dije a Marilú y Fernando que prefería caminar para cruzar el puente que une el MIT con la Ciudad de Boston.

Crucé caminando el puente del Rio Charles, con la emoción que brinda el primer momento, pareciera que iba por primera vez a la Universidad, mi mente jugaba imaginando que el equilibrio de la materia que daba inicio a aquel debate del Big Bang y Quasi cuestionable teoría del rechazo magnético por constelaciones. Eso que envuelve el orden del universo-, estaba adherido a mí, como una misma cosa, como me envuelve la piel… pasar por donde tantas veces pasó caminando Don Albert Einstein, me llevaba a los extremos del paroxismo! Sentía levitar en el espacio y descender… hasta la parte final del espacio curvo y finito aunque se llame infinito.

Experimenté una sensación de humana pequeñez, jamás había flotado en experiencia similar sintiendo casi una presencia Divina… sólo, transite los confines del dintel principal, recorrí los pasillos de ese Templo, que se constituyó en mi gran sueño.

Estaba embelesado de ver los edificios de la zona de estilo Victoriano que reflejaban una Nación en progreso muy distinta al Oeste de este País se notaba una gran cantidad de acentos diferentes en el Ingles, lo que me hacía pensar que había sido una nación llena de inmigrantes, mis amigos comentaron que aquí había sido el “Boston Tea Party” conocido como el “Motín del Te” donde Inglaterra grababa las importaciones algunos productos entre ellos el Te, beneficiando así a la compañía Británica de las Indias orientales, el motín del Te, fue conocido mundialmente e inspiró muchas otras rebeliones, aun se recuerda “las verdades de Gandhi” donde después de la reunión con el Virrey tomó un poco de sal exenta de aranceles entre su manta y recordó sonriendo al famoso Motín del Te de Boston.

BOSTON

Por: Oscar Hernández