QUE BONITO ES MANZANILLO NUMERO 11 | Page 5

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dijo el gerente …

La mujer sonrió de nuevo .. “Pensé que esto podría hacer una diferencia en su trato” le dijo al policía, que fuertemente trataba de contener una carcajada. “¿Le gustaría tomar con nosotros una taza de café o tal vez una comida, oficial?” “No, gracias, señora”, replicó el oficial. “Estoy en servicio”.

“Entonces, quizás, una taza de café para llevar ?”

“Sí, señora. Eso estaría mejor”.

El gerente de la cafetería giró sobre sus talones como recibiendo una orden. –“Voy a traer el café para usted de inmediato señor oficial ”

El oficial lo vio alejarse. Y opinó :”Ciertamente lo ha puesto en su lugar”, dijo.

“Eso no fue mi intención “ dijo la señora … Lo crea o no, tengo una buena razón para todo esto”.

Se sentó a la mesa frente a su invitado a cenar. Ella lo miró fijamente… “Juan ¿te acuerdas de mí?”

El viejo Juan miro su rostro el rostro , con los ojos lagañosos “Creo que sí – Digo , se me hace familiar”.

“Mira Juan , quizá estoy un poco más grande , pero mírame bien”, dijo la Señora .. “Tal vez me veo más llenita ahora … pero cuando tu trabajabas aquí hace muchos años vine aquí una vez, por esa misma puerta, muerta de hambre y frío.” Algunas lágrimas posaron sobre sus mejillas …

“¿Señora?” dijo el Oficial, No podía creer lo que estaba presenciando, ni siquiera pensar que la mujer podría llegar a tener hambre.

“Yo acababa de graduarme de la Universidad en mi pueblo”, la mujer comentó. “Yo había llegado a la ciudad en busca de un trabajo, pero no pude encontrar nada. Con la voz quebrantada la mujer continuaba: Pero cuando me quedaban mis últimos centavos y me habían corrido de mi apartamento caminaba por las calles, y era en febrero y hacía frío y casi muerta de hambre vi este lugar y entré con poca posibilidad de que podría conseguir algo de comer. ” Con lágrimas en sus ojos la mujer siguió platicando … Juan me recibió con una sonrisa.

“Ahora me acuerdo”, dijo Juan. “Yo estaba detrás del mostrador de servicio. Se acercó y me preguntó si podría trabajar por algo de comer”. “Si, y me dijiste que estaba en contra de la política de la empresa”. Continuó la mujer.. -Entonces, tú me hiciste el sándwich de carne más grande que había visto nunca… me diste una taza de café y me fui a un rincón y disfrutar de mi comida. Tenía miedo de que te metería en problemas. Luego, cuando miré y te vi poner el precio de la comida en la caja registradora, supe entonces que todo iba a estar bien “.

“Así que usted comenzó su propio negocio?” El viejo Juan dijo.

” Si, encontré un trabajo esa misma tarde. Trabajé muy duro y me fui hacia arriba con la ayuda de Mi Padre Dios. Eventualmente empecé mi propio negocio que, con la ayuda de Dios, prosperó ..” Ella abrió su bolso y sacó una tarjeta. “Cuando termines aquí , quiero que vayas a hacer una visita al señor Martínez. Él es el director de personal de mi empresa. Iré a hablar con él y estoy seguro de que encontrará algo para que puedas hacer en la oficina “.

Ella sonrió. “Creo que incluso podría darte un adelanto, lo suficiente para que puedas comprar algo de ropa y conseguir un lugar para vivir hasta que te recuperes. Si alguna vez necesitas algo, mi puerta está siempre abierta para ti Juan.”

Hubo lágrimas en los ojos del anciano. “¿Cómo voy a agradecer? , preguntó.

“No me des las gracias”, respondió la mujer. “A Dios dale la gloria. El me trajo a ti.”

Fuera de la cafetería, el oficial y la mujer se detuvieron y antes de irse por su lado .. “Gracias por toda su ayuda, oficial,”

Dijo La Sra. Hernandez.” “Al contrario, dijo el oficial,” “Gracias. Vi un milagro hoy, algo que nunca voy a olvidar. … Y gracias por el café. “…..

Que Dios te bendiga siempre y no te olvides que cuando tiramos el pan sobre las aguas, nunca sabes cuándo será devuelto a ti …. Dios es tan grande que puede cubrir todo el mundo con su amor y a la vez tan pequeño para entrar en tu corazón.