Qubit7 No.01 noviembre 2015 No. 01 | Page 9

S in embargo, hasta ahora no estaba muy claro si estas mismas moléculas orgánicas complejas se forman y sobreviven de forma habitual en el ambiente energético de un sistema solar recién conformado, donde los choques y la radiación pueden romper fácilmente los enlaces químicos. Pero gracias a estas y otras investigaciones sabemos que no solo sobreviven sino que también prosperan en este y otro tipo de ambientes. Dado que este sistema continúa evolucionando, los astrónomos especulan que es probable que las moléculas orgánicas, protegidas y a salvo en el interior de cometas y otros cuerpos helados, sean transportadas a entornos más enriquecedores para la vida. “Gracias al estudio de exoplanetas, sabemos que el Sistema Solar no es el único que tiene tantos planetas o el único que cuenta con abundancia de agua”, concluye Öberg. “Ahora sabemos que tampoco somos únicos en cuanto a nuestra química orgánica. Una vez más, hemos aprendido que no somos especiales. Desde el punto de vista de la vida en el universo, es una buena noticia”. «La formamida es relativamente abundante en las nubes moleculares y se forma durante las primeras etapas de la evolución de estrellas y planetas» señala Ana López, de la Universidad de Tokio, y sus colaboradores que observaron grandes cantidades de la biomolécula en cinco de estos cúmulos. La explicación sobre su formación Según la autora del estudio y su equipo, «se formaría en la superficie de los granos de polvo de ácido isociánico (HNCO) presentes en las nubes moleculares, a partir de un proceso de hidrogenación o adición de átomos de hidrógeno». De esta manera, la molécula permanece unida al grano de polvo «hasta que se alcance una temperatura capaz de provocar un proceso de sublimación, que suele ocurrir cuando la protoestrella ya está en una etapa avanzada de su evolución. Es entonces cuando es posible detectar la formamida con los radiotelescopios», asegura la investigadora. “Este otro trabajo demuestra que las moléculas complejas sobreviven hasta etapas más tardías de la formación estelar, e incluso que continúan formándose después”, apunta López Sepulcre, pero la formamida tiene algunos ‘pluses’: “Contiene oxígeno –otro elemento esencial para la vida– y es una fuerte candidata a precursora de química prebiótica, pues a partir de ella no solo se forman aminoácidos (que también podrían surgir del CH3CN), sino, además, bases y ácidos Otros estudio también han encontrado rastros nucleicos, es decir, ¡material genético!”. de otras moléculas en el espacio como Un estudio publicado en la revista Monthly Notices “De ahí la importancia de nuestro estudio”, of the Royal Astronomical Society (MNRAS) ha subraya la investigadora, que concluye: “En demostrado que moléculas como la formamida regiones de formación de estrellas como nuestro (NH2CHO) una biomolécula importante a partir Sol, y ya en fases muy tempranas, se forma esta de la cual se sintetizan azúcares, carbohidratos, biomolécula tan importante, la formamida, y en aminoácidos y ácidos nucleicos esenciales para cantidades relativamente elevadas”. la vida, Son creadas en regiones de formación estelar. Gracia ́