S
in embargo, hasta ahora no estaba muy claro si
estas mismas moléculas orgánicas complejas
se forman y sobreviven de forma habitual en
el ambiente energético de un sistema solar recién
conformado, donde los choques y la radiación pueden
romper fácilmente los enlaces químicos. Pero gracias
a estas y otras investigaciones sabemos que no solo
sobreviven sino que también prosperan en este y otro
tipo de ambientes.
Dado que este sistema continúa evolucionando,
los astrónomos especulan que es probable que las
moléculas orgánicas, protegidas y a salvo en el
interior de cometas y otros cuerpos helados, sean
transportadas a entornos más enriquecedores para la
vida.
“Gracias
al
estudio
de
exoplanetas, sabemos que
el Sistema Solar no es el único
que tiene tantos planetas o el único
que cuenta con abundancia de agua”,
concluye Öberg. “Ahora sabemos que
tampoco somos únicos en cuanto a nuestra
química orgánica. Una vez más, hemos
aprendido que no somos especiales.
Desde el punto de vista de la vida
en el universo, es una buena
noticia”.
«La formamida es relativamente abundante en
las nubes moleculares y se forma durante las
primeras etapas de la evolución de estrellas y
planetas» señala Ana López, de la Universidad
de Tokio, y sus colaboradores que observaron
grandes cantidades de la biomolécula en cinco de
estos cúmulos.
La explicación sobre su formación Según la
autora del estudio y su equipo, «se formaría en la
superficie de los granos de polvo de ácido isociánico
(HNCO) presentes en las nubes moleculares, a
partir de un proceso de hidrogenación o adición
de átomos de hidrógeno». De esta manera, la
molécula permanece unida al grano de polvo
«hasta que se alcance una temperatura capaz de
provocar un proceso de sublimación, que suele
ocurrir cuando la protoestrella ya está en una
etapa avanzada de su evolución. Es entonces
cuando es posible detectar la formamida con los
radiotelescopios», asegura la investigadora.
“Este otro trabajo demuestra que las moléculas
complejas sobreviven hasta etapas más tardías
de la formación estelar, e incluso que continúan
formándose después”, apunta López Sepulcre,
pero la formamida tiene algunos ‘pluses’:
“Contiene oxígeno –otro elemento esencial para
la vida– y es una fuerte candidata a precursora de
química prebiótica, pues a partir de ella no solo
se forman aminoácidos (que también podrían
surgir del CH3CN), sino, además, bases y ácidos
Otros estudio también han encontrado rastros
nucleicos, es decir, ¡material genético!”.
de otras moléculas en el espacio como Un
estudio publicado en la revista Monthly Notices
“De ahí la importancia de nuestro estudio”,
of the Royal Astronomical Society (MNRAS) ha
subraya la investigadora, que concluye: “En
demostrado que moléculas como la formamida
regiones de formación de estrellas como nuestro
(NH2CHO) una biomolécula importante a partir
Sol, y ya en fases muy tempranas, se forma esta
de la cual se sintetizan azúcares, carbohidratos,
biomolécula tan importante, la formamida, y en
aminoácidos y ácidos nucleicos esenciales para
cantidades relativamente elevadas”.
la vida, Son creadas en regiones de formación
estelar. Gracia ́