Cuando yo salí de la casa hogar un trabajador social me acompañó porque yo estaba en Texas y me vine para Oregon . Llegaron a recogerme en el aeropuerto y yo estaba muy feliz porque ya no iba a estar tan encerrada . Ahora podía hablar con mi familia a cualquier hora , porque me iban a dar un teléfono . Llevaba mi maleta en la mano pero me dijeron que había otros compañeros , igual que había otra niña que tenía una semana de llegar en esa casa . Cuando llegué me llevaron a que me presentara con ella . Cuando me dijeron que se llamaba Violeta hasta dije , “ ah qué pena , así se llamaba una amiga que tuve ”. Hasta me había recordado de Violeta y sentía como si estuviera emocionada .
Cuando la vi a la nueva compañera hasta pensé , “ esta Violeta se parece a mi amiga ”. Solo oí su voz y también era igual a la amiga que tuve . Era la hora de comer y sentadas en la mesa esta niña me dijo que yo le parecía a una persona que conocía y le dije igual . De repente , me preguntó en
qué parte estaba viviendo en Guatemala . Le contesté que el departamento se llamaba Quetzaltenango . “ Yo igual ”, se sorprendió ella . Le seguí contando que yo vivía en Cajolá y la casa verdadera en donde nací yo era en San Miguel . ¡ No van a creer que ella era también de Cajolá ! Al decirme que tenía otro idioma , le contesté en mam , “ Kuj jun witzik . In chin tzalaje jalin tiju jun wukile ati . Qaj shitaq bitaq wune qa wentoq qaj intaq in chinximine tij jalin junx toqiye tuk`il chjonte te dios ma tzoknkayintle ”. Le dije mi nombre y empezamos a platicar y cuando ya estaba todo claro que era la misma mejor amiga que había tenido , ese mismo rato empezamos a llorar porque nunca pensé de encontrarla otra vez a Violeta .
Violeta llorando me decía que ella no me avisó cuando salió pero que ella había planeado su viaje también . Éramos iguales porque no teníamos familia en Estados Unidos pero nos sorprendió tanto porque ella no sabía nada de mí y yo igual no sabía nada de ella . Me dio mucho gusto de estar otra vez con ella porque con ella compartía muchas cosas . Ni yo lo creía porque ya era casi un año que no hablábamos ni nos veíamos . Encontrar una persona después de tanto tiempo y tanto recorrido , tan lejos y en un país tan grande , fue un milagro inesperable .
Ella me empezó a contar por qué no me había dicho nada antes de salir de Guatemala . Fue por un problema personal , igual que yo . Gracias a Dios estamos juntas ahora y todavía nos acordamos de todo lo que hacíamos en nuestro país . A ella ahora le falta poquito por cumplir 18 años . Está feliz de verme otra vez y estar con ella y disfrutar el día es muy bonito . Nunca pensábamos que íbamos a volvernos a vernos . Ahora estamos juntas y hasta vivo con Violeta . Qué lindo es convivir con una persona a la que le tienes mucho aprecio . La vida nos ha dado tanto impacto por tantas cosas y yo le vuelvo a dar gracias a Dios porque estamos bien .