puño & letra Winter 2018 | Page 5

texto: PEDRO GARCIA diseño: ELISE GELLMAN Mal guiado por el buen camino E l guia, el coyote, o el pollero. Habrá uno que otro que sí hace bien su trabajo. Pero bien sabemos que quien transporta a migrantes no siempre los lleva por buen camino en terreno ajeno. Toda persona que llega a la frontera necesita encontrar a la persona que conoce el camino correcto. Los migrantes que buscan cruzar entregan una gran esperanza a esa persona, pues su misma vida está a cargo del guía. Los clientes, por la necesidad de superar dificultades, de sacar la familia adelante, y de conocer otro país, corren muchos riesgos. Enfrentan a los peligros que vienen a causa de la escasez tanto personal como en la economía de sus países. Pero hay guías que solo se aprovechan de esta desesperanza para quitarles el dinero. A estos no les importa el sufrimiento del caminante ni lo que haya luchado para conseguir lo poco que tiene. El guía suele tener contactos con otras personas que manejan el movimiento humano durante el camino. Cualquiera que decide viajar debe pagar una cantidad enorme. Cuarenta y cinco mil quetzales alcanzan para ser llevado al destino pactado, ya sea California, Texas, o cualquier otro estado. Además de fijar el trayecto general, también es aclarar la realidad sobre el plan específico del camino, como cuáles partes son más peligrosas, y cómo tienen que cruzar, en qué lugares, dónde correr y en dónde deben descansar. Esto y más, pues hay muchos riesgos que acechan cuando uno cruza desde Centroamérica todo el país de México hasta la frontera de los Estados Unidos. Las personas que migran esperan que el guía les ayude a alcanzar a sus familiares del otro lado de la frontera. Al mismo tiempo reconocen el riesgo que corren si no logran pasar el desierto, si se les acaba la comida o el agua. Saben que se pueden quedar en el camino perdidos, heridos o muertos. Encima de los peligros naturales, los humanos. A otros los cogen los coyotes malos para negociarlos, encerrarlos y pedir rescate a cambio de su libertad. En estas últimas circunstancias, la familia al que se llama se preocupa, se desespera. Pero muchas veces no logran conseguir todo el dinero para que suelten a su familiares. No todo lo que se planea o se propone sale como se esperaba al emprender este camino hacia el norte. Caen algunos en estos engaños por no conocer bien al guía, ni tener información sobre esta persona que los va a transportar. Aunque sienten la necesidad de salir adelante, la mayoría desconocen el camino para viajar al otro lado. Muchos son llevados por las mentiras de algunos guías que se aprovechan de las personas pobres, confiados que los llevan por buen camino. Mas la realidad del camino es el mayor riesgo de la vida, porque no todos los guías realizan de buena manera su trabajo. Muchos no se hacen para nada responsables de la seguridad de sus pasajeros. Existen tantas historias de viajeros que terminan siendo víctimas de abuso por los guías durante el camino, de abusos físicos, sexuales, y psicológicos. Pasa esto más a las mujeres, y a las muchachas. Aún si resisten a las agresiones, las pueden dejar abandonadas en el camino, o peor. No hay manera de reclamarle a un traficante humano si a un inmigrante le pase algo en el camino. El guía no usa datos personales verdaderos, y por eso en la mayoría de los casos no hay manera de ubicarlos. Si el cliente busca justicia debe tener una información clara o comprobada, una evidencia de verdad. Sin saber el nombre, ni por quién ni dónde trabaja, denunciarlo a la policía resulta casi imposible. Debería ser un compromiso serio hacer bien este trabajo. Ojalá cualquier guía se sintiera responsable de cuidar a los viajeros para que no les pasa nada malo en el camino. Eso sí, en este viaje no hay cómo evitar todos los sufrimientos. Hay días que uno tiene que aguantar hambre, sed, frío, soledad, y cansancio. Se sabe que enfrentará de todo para pasar al otro lado, y hay que estar dispuesto para hacerlo. Llegar al destino y reunificar con sus familiares es un meta tan noble que merece la mejor dirección. 5