puño & letra Summer 2021 | Page 19

por hispana , el efecto secundario para mí es que me siento separada de mi etnicidad .
Mis abuelos hablan tagalo , idioma que a veces se parece mucho al español por los tres siglos de influjo lingüístico . Por ejemplo , el saludo “ como ésta ” es kumusta . También hay palabras tan comunes como lamesa , esduyante , kusina y kuwento . Incluso hay palabras que son exactamente iguales , como libro y lugar . La letra “ v ” se pronuncia como una “ b ” por la influencia española . Aún así , cuando oyes a un filipino hablar el tagalo puede sonar muy distinto al español . El énfasis está en lugares diferentes y suena mucho más abrupto . Tampoco existe el sonido “ f ”. Las palabras en tagalo generalmente no tienen género gramatical ; se usa siya para ambos pronombres “ él ” y “ ella ”. Sí logró meterse algo de género en algunas palabras como doktor y doktora . Es importante reconocer que hay más de 160 dialectos que se hablan en Filipinas y no todos suenan como el español , aunque los más comunes sí denotan un cierto parecido .
Este año , por muchas razones , mi apariencia me ha fastidiado más y más . Trato de ignorarlo , pero es difícil cuando todos los fil-ams hemos escuchado que nos digan que “ nuestros ojos son demasiados grandes para ser asiáticos ”. Yo soy una tisay , el equivalente de “ mestiza ” en tagalo , mientras los filipinos como mi padre tienen la piel más morena . Parte de esta compleja desconexión que siento lo describe el sociólogo Anthony C . Ocampo , autor de Los latinos de Asia : como los filipinos americanos rompen los esquemas de la raza ,
“ Me crié en un barrio donde no vivían muchos asiáticos del este . Entonces cuando oías la palabra ‘ asiáticos ’, pensabas automáticamente en los chinos , japoneses y coreanos , pero no en el chico moreno de apellido Rodriguez que llevaba una cruz al cuello ”.
El crucifijo alude a que la gran mayoría de filipinos son católicos . Esto contradice otros estereotipos más allá de los rasgos físicos ya que , cuando se mencionan los asiáticos , las personas inmediatamente piensan en los países budistas del este del continente . En Filipinas también celebran el Día de Muertos , de la misma forma , el primero de Noviembre , solo que se llama Araw ng mga Patay . Hasta tienen festivales con nombres en español , como Flores de Mayo que honra la Virgen María con ofrendas florales durante todo ese mes y el desfile de Santacruzan el último día . Como judía yo no celebro fiestas similares a las de Hispanoamérica , especialmente porque no crecí con mi padre , pero sé que mis abuelos y la mayoría de los filipinos sí lo hacen .
Además de los nombres , el vocabulario , las creencias y las celebraciones , en los Estados Unidos los inmigrantes filipinos frecuentemente se encuentran en los mismos lugares y luchando por las mismas causas que los latinos . Recuerden que codo a codo organizaban en California los buenos amigos y compañeros Dolores Huerta , César Chávez y Larry Itliong .
No solo es que yo sea tisay ; tampoco me parezco al “ asiático típico ”. Es verdad que los genes filipinos de mi padre son más dominantes para mí que los de mi madre , pero ni él se ajusta tanto a este estereotipo . Hace mucho tiempo que no me siento ni asiática ni filipina . Es un dilema para muchas personas de raza mixta navegar su identidad racial . Se pone difícil sentirse incluido en cualquier lugar con cualquier comunidad porque no cabes en una sola categoría . Durante la mayoría de mi vida estaba muy cómoda con mi identidad pero , en este momento , es como si hubiera un abismo entre una relación positiva con mi etnicidad y yo . A estas alturas me siento más cercana a las culturas latinas e hispanos , especialmente porque encajo bien en aquellas comunidades . Escribir esto hoy y entender más la profundidad de la identidad racial me ha catalizado una curiosidad en mí por aprender acerca de la cultura de mi familia filipina . Quiero sentirme más cercana a ella , y creo que esto es el primer paso .

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