podría ser el principio de un futuro sin pruebas estandarizadas ?
El origen de la Prueba de Aptitud Académica tiene una historia arraigada en ideologías racistas . El creador del examen , Carl Brigham , fue un psicólogo que analizaba la inteligencia de los humanos . Durante la Primera Guerra Mundial , él creó el examen que terminó siendo la inspiración del SAT para medir la inteligencia de la tropa . Según los resultados , las personas blancas de Inglaterra , Escocia y de Holandes eran los más “ inteligentes ”, mientras entre las personas que sacaron resultados más bajos estaban los inmigrantes de Polonia y Italia y las personas de color . Brigham ignoró que algunas de las personas tomando esa prueba no hablaban inglés . Para otros les estaba prohibida por ley obtener la educación , y esto fue especialmente impactante para estos individuos de puntaje bajo . Él asumió que los resultados mostraban la inteligencia de las diferentes razas y etnias . No hay que olvidar que Brigham fue un eugenista y creía en apareamiento selectivo . Digamos que los resultados reales de Brigham son los que muestran que el racismo era sistémico y que a las personas marginadas les había fallado la sociedad .
El SAT es usado por las universidades para ayudar a determinar si un estudiante se ajustará bien a su institución . No fue popular hasta después de la Segunda Guerra Mundial . Esto es porque hubo un gran incremento en la demanda por recibir una educación , especialmente de los soldados que regresaron de la guerra . Con tantas personas aplicando a las escuelas era difícil analizar a cada estudiante para decidir si sería buen candidato . Los oficiales de admisiones universitarias fueron abrumados por la cantidad de aplicaciones y confiaron en los resultados de este examen para determinar decisiones rápidas .
Una parte importante en preparar para estas pruebas es estudiar . Hay muchas fuentes que se usan para prepararse , desde servicios profesionales que pueden costar desde $ 10 para un libro hasta $ 1800 para un curso individualizado con tutor . También es importante mencionar que la habilidad de volver a tomar el examen varias veces buscando aumentar el puntaje es otro privilegio económico . Entre más dinero pagas para este tipo de servicio , mayor la probabilidad de que saques un buen puntaje . Con mayor puntaje , te abres más ampliamente las opciones para escoger tu universidad . Entre más élite sea la escuela , más cuesta la matrícula , y cuando te gradúas , más amplias van a ser tus oportunidades de empleo que paguen mejor sueldo . Y así se repite el ciclo de dinero y el SAT . En un análisis reciente en Vox basado en las cifras del mismo College Board , los jóvenes con ingresos familiares menores a $ 20,000 anuales recibieron un puntaje promedio de 890 , que está muy debajo del promedio total . Comparemos esto con los estudiantes de familias con ingresos anuales mayores a $ 200,000 quienes recibieron un promedio de 1150 puntos . Esta gran diferencia determina quienes son aceptados y quienes no en las mejores universidades .
Antes de la pandemia , solo había algunas pocas escuelas privilegiadas que no requerían los exámenes . Para los dos últimos ciclos de aplicaciones , sus oficinas de admisiones basaron las decisiones mucho más en los cursos que habían tomado el estudiante y en las actividades y vida fuera de la escuela . Ojalá estemos viendo el comienzo de un futuro en que las escuelas determinan la admisión de un candidato sin basarse tanto en el puntaje de un examen fallado .
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