también, pero siguen teniendo que trabajar. Esta situación
es peor para las compañías más pequeñas y las tiendas
locales. No tienen tantos recursos en los que confiar como
las corporaciones gigantes, así que algunos han tenido
que cerrar completamente sus puertas. Mucha gente está
perdiendo su ingreso anual.
Con todo, hay compañías cuyas acciones se están
beneficiando. Varias de estas entidades son de productos
sanitarios y de higiene. También, las marcas como Zoom y
otras de llamadas electrónicas están prosperando, como las
escuelas y las corporaciones tuvieron que operar de forma
completamente virtual.
Hasta el entretenimiento masivo se ha visto afectado. El
COVID-19 ha pausado los deportes profesionales. Estos
tienen un papel muy importante en nuestra economía y
cultura. La pérdida de los principales eventos deportivos
fue difícil para muchos fanáticos que los esperaron todo el
año, ni hablar sobre el impacto en los atletas y los equipos.
El fútbol alrededor de todo el mundo paró en seco, además
de las ligas profesionales de baloncesto, béisbol, hockey y
más. Sin partidos, perdieron un montón de dinero por la
falta de ventas en la taquilla. Varias fuentes estiman que en
total, las ligas de los Estados Unidos han perdido más de
5 billones de dólares, solo en los primeros dos meses. Las
compañías que transmiten estos eventos también salieron
perdiendo, como ESPN y otros canales de televisión.
Viendo que el COVID-19 ha existido por varios meses
ya, algunos estados y países están empezando a reabrir
tiendas, restaurantes e instituciones. Georgia, por ejemplo,
fue el primer estado en anunciar que iban a empezar a
reabrir. Están tratando de regresar a la normalidad, pero
no sabemos cómo resultará. Podría ser una buena idea, y se
beneficiarían de abrir primero. Pero, lo más seguro es que
habrá un segundo aumento en casos, y terminarán en una
situación peor que la de antes. En los diferentes estados,
la economía se va a adaptar con el paso de la apertura de
las tiendas y los servicios. Unos estados actuarán antes que
otros, dependiendo de la seriedad del virus.
De los esfuerzos del gobierno federal por combatir estas
pérdidas a nivel personal tenemos los cheques de estímulo.
Dependiendo de cuántos viven en una casa y su ingreso
anual, el gobierno está mandando 1.200 dólares por persona.
Quienes cuentan con ingresos anuales menores a los 75
mil dólares anuales recibirán un cheque entero, con pagos
parciales para los que ganan más. La gente con ingresos
mayores a los 100 mil dólares anuales no recibirán nada. La
meta de esta acción es tratar de compensar por el desempleo
y recortes salariales que miles de americanos han sufrido. El
gobierno gastó aproximadamente 2 trillones de dólares en
estos cheques para los ciudadanos en todo el país. Algunas
personas sienten que el dinero no es suficiente, o que se
requieren acciones más amplias del gobierno. Tampoco
todos han recibido lo que supuestamente les corresponde,
llevando a más críticas hacia la administración nacional.
El COVID-19 ha causado cambios económicos que
nunca habíamos visto. Cada uno de nosotros nos hemos
enfrentado por lo menos con la inconveniencia causada por
la escasez de productos comunes en el mercado. Esto sin
hablar de los impactos más severos a las familias sufriendo
en términos médicos o lidiando con el desempleo.
Hemos visto el índice de desempleo subir drásticamente
en muy poco tiempo. Es evidente que los inmigrantes y las
comunidades de color han sido los grupos que más han
sentido todo los efectos económicos de esta pandemia. El
mercado bursátil entró en una crisis que causó daños en
todos los niveles de la economía nacional e internacional.
Es un virus que ha impactado al planeta entero. Desde las
corporaciones gigantes hasta las familias pequeñas, todos
han tenido que adaptarse a los cambios.
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