texto: ELLA DOUTHIT
arte: JIWON LIM
Refugio contra el virus
En Oregon casi todos se han visto afectados por la pandemia
del COVID-19 directa o indirectamente. Para comienzos
de mayo sumaban 147 muertes, 3,888 casos confirmados y
1 de cada 8 trabajadores habían perdido sus trabajos. Otras
personas pueden estar lidiando también con el contagio
entre sus seres queridos, o simplemente con el reto de
mantener la salud mental en cuarentena. Sin embargo, en
tiempos como estos, muchos se olvidan de aquellos que
son impactados desproporcionadamente por el virus, los
que habitan las calles.
Para muchos que no tienen refugio, es común que ya estén
luchando con condiciones médicas preexistentes, con
adicciones o con problemas de salud mental exacerbados
por la falta de vivienda.
Los refugios temporales proporcionan espacios vitales a los
miembros de la comunidad para que descansen, duerman
e incluso coman. Pero con la abrupta desaceleración de
las donaciones y los cierres de los trabajos debido a la
pandemia, muchos se enfrentan con la dificultad de entrar
en los albergues, si es que están dispuestos a exponerse
al riesgo de dormir rodeados de todas las personas que
pueden estar infectadas en esas instalaciones.
En la calle no hay acceso adecuado a las instalaciones de
higiene, y esto es difícil para aquellos sin vivienda que
son particularmente vulnerables al virus. En el Condado
de Multnomah, están llevando a cabo una serie de
exámenes de síntomas de rutina para tratar de reducir el
número de casos dentro de estos alojamientos. Si alguien
empieza a mostrar síntomas de COVID-19, se lo trasladan
inmediatamente a un motel médico.
Muchos refugios reconocen que aún para los que están
capacitadas para proporcionar el distanciamiento de dos
metros entre las personas que están durmiendo, puede
ser difícil asegurar el mantenimiento de la rutina de esta
distancia entre los mismos huéspedes, y también entre
ellos y el personal del lugar. Debido a esto, se les anima a
los residentes y a los voluntarios usar protectores faciales
en la medida tolerable.
El 10 de abril, la alcaldía de Portland abrió tres
campamentos organizados para alojar a las personas sin
hogar durante el coronavirus. Esto es muy significante, ya
que Portland ha estado tratando de resistirse al aumento de
los campamentos sancionados durante incontables años.
Hay tres sitios, dos en Southeast Water Avenue y uno cerca
de la base oeste del puente de Broadway. Cada ubicación
tendrá 45 tiendas de campaña en plataformas con catres
en el interior para una persona individual o una pareja.
La ciudad proporcionará sacos de dormir y las tiendas de
campaña para garantizar que estén limpios e higiénicos. Las
personas podrán guardar allí sus pertenencias, incluyendo
sus propias tiendas de campaña y sacos de dormir,
mientras se alojan en el campamento. Los campamentos
están destinados para dar acceso a baños, duchas y otros
servicios para ayudar a protegerles de la propagación
de COVID-19. Los funcionarios dicen que cumplirán
con las medidas de distanciamiento social y que serán
desinfectados rutinariamente.
El proveedor de servicios sin fines de lucro JOIN operará
los campamentos. Durante todo el año, JOIN administra
Dignity Village, una especie de ciudad autodirigida para
personas sin hogar en el noreste de Portland. Allí, los
miembros de la aldea pagan cuotas de membresía de $50 y
dividen las tareas y los costos. Si quieren involucrarse con
JOIN, hay más información en su sitio web: joinpdx.org
Como muchos han dicho, estamos todos juntos en esto.
Durante un momento tan horrible como este, es importante
cuidarse y pensar en las personas de la comunidad
que podrían necesitar más que solo un poquito de ayuda.
Comunícate con tu banco de alimentos o con los refugios
locales. Las donaciones más pequeñas pueden hacer las
mayores diferencias.
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