texto: LUCIA ABALLAY
diseño: ALEX HADDON
arte: TALIA VALDEZ
La profilaxis
del privilegio
contra el virus
prevenible
Antes de empezar, quiero que algo quede muy claro. Mi
intención no es minimizar el impacto global causado
por la pandemia del coronavirus. Miles de personas
han muerto, muchos más han sido hospitalizados.
En marzo, doctores en Italia ya tenían que empezar a
elegir quién moría y quién vivía, los hospitales nunca
tuvieron suficientes ventiladores y respiradores, y estos
solo son algunos de los impactos.
Espero que este artículo nos abra los ojos un poco
más a lo egoísta que es la forma en que operamos
con nuestro privilegio, y lo poco que hacemos por
los demás. Quisiera exponer las burbujas en las que
vivimos felices y en las cuales ignoramos el sufrimiento
de millones de personas todos los días. Quiero
dirigir nuestra atención a los tipos de problemas que
ignoramos diariamente, y criticar nuestra manera de
decidir cuáles problemas merecen atención.
Hay otro “virus” que mata a aproximadamente 25.000
personas cada día. Este “virus” afecta a casi 800
millones en el mundo, aproximadamente el 11% de
la población mundial. Afortunadamente, existe un
remedio y una vacuna, y los dos son completamente
efectivos. Cuando se administran a tiempo, la víctima
que sufre de esta terrible condición se cura, en 100%
de los casos. Entonces, ¿por qué están muriendo tantas
personas de un “virus” prevenible y tratable?
El virus que mata a 9.1 millones de personas cada
año es el “hambre-virus”, típicamente conocido como
el hambre mundial. Una publicación en Facebook