puño & letra Summer 2018 | Page 19

Así que hay una llamada a la justicia , un comentario sobre el estatus del arte , y una maniobra por mantener la seguridad personal y el anonimato dentro de un ambiente de autopromoción .
Por todo Sudamérica , el graffiti y el arte callejero siguen siendo ilegales , los delincuentes que lo practican corren el riesgo de multas o encarcelamiento . Por otro lado , parece que la actitud pública acerca del graffiti está cambiando lentamente . La ciudad de Bogotá despenalizó el grafiti en 2011 , pero no sin pelea . Ese año , la policía le había disparado a un niño de 16 años por correr cuando lo encontraron poniendo su pequeño tag graffiti . Su muerte resultó produciendo un movimiento contra la criminalización y la brutalidad de la policía . El movimiento logró su meta : el alcalde de Bogotá hizo un decreto estableciendo el graffiti como una expresión de arte y cultura . Adicionalmente , el decreto permitiría a grafiteros de cierto nivel usar paredes grandes y visibles como lienzos .
De repente , la ciudad vive una explosión de color y cultura . Las superficies urbanas ahora presentan piezas por artistas mundialmente reconocidos , como la misteriosa Bastardilla y muchos otros . Vienen de todos lados para pintar , o otros a ver el arte y tomar los tours para que puedan decir con certidumbre que los murales verdaderamente merecen toda su fama .

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