Uno en Cinco
Según el distrito de P.P.S:
20% de Lincoln tiene
algún tipo de dislexia,
pero solo el 3% de ellos
han sido oficialmente
diagnosticados.
Contradictorio a la creencia
popular, la dyslexia no
es cuando las palabras se
revuelven en sí mismas o
flotan a través de la página.
Es cuando el lóbulo frontal,
que es la parte del cerebro
que recibe información, no
funciona. A las personas
con dyslexia, la parte del
lóbulo frontal que procesa la comprensión de palabras
interrumpe el viaje que toma la palabra al lado izquierdo del
cerebro, donde procesa y en este caso “entiende” la palabra.
Esta interrupción causa problemas de memorización
y reconocimiento de palabras, al mismo tiempo para
pronunciarlas y escribirlas. Las personas sin dyslexia tienen
una reacción inmediata a palabras que ven. Las palabras
que leen viajan rápidamente a través del cerebro dado a que
no existe esa falla en sus lóbulos
frontales.
Se puede entrenar al cerebro a
hacerle frente a la dyslexia si se
encuentra en un niño pequeño,
pero eso no representa una cura.
texto y diseno: Elise Gellman
arte: Max Crever
combinada con la palabra griega “lexia” (pronunciación).
Representa una dificultad en el aprendizaje que influencia la
capacidad de la lectura y escritura. No fue hasta el siglo veinte
cuando los expertos lo nombraron como discapacidad.
Emery Roberts, el presidente del Dyslexic Student
Union, explica que por mucho tiempo, la dyslexia ha sido
categorizada como “un dificultad de aprendizaje, bajo la
categoría de lectura,” pero no fue hasta algunos años que
la dyslexia oficialmente fue nombrada, una “dificultad de
aprendizaje” por Portland Public Schools (P.P.S.)
Roberts continua para explicar
que cuando fue diagnosticada
por los médicos, P.P.S. no le dio
trato especial porque debajo de
la Ley sobre Discapacidad del
1990, las escuelas deben darles
acceso igualitario como cualquier
otro discapacidad. Pero no, P.P.S.
no quería “gastar dinero” en
los chicos con dislexia, porque,
técnicamente, ellos pueden lograr
graduarse de la escuela.
“Atraviesas una cantidad de estrés
enorme cuando obtienes una nota
que no refleja lo que sabes”
La dyslexia afecta a los hablantes de todos los idiomas, pero
en el inglés resulta más dificil porque muchas palabras no
se leen como suenan. Hay idiomas como el mandarín y el
japonés que resultan más fáciles porque usan caracteres para
representar sus palabras. Además, idiomas como el español
y el taliano son más fáciles por su estructura fonética.
El término en si viene de la palabra alemana “dys” (dificil)
“Sin embargo [...] atraviesas una
cantidad de estrés enorme cuando
obtienes una nota que no refleja lo
que sabes,” apunta Roberts.
Resulta que las personas con
dislexia llevan bastante del tiempo
teniendo coeficientes intelectuales
más avanzados y pueden retener
información por más tiempo.