Otros testimonios en el mismo artículo, y más en el
Portland Tribune sobre alegatos en St. Mary’s también
siguen esa misma narrativa. Nuestra cultura en Lincoln
en donde los maestros son clasificados según que tan
“chéveres” son lleva a que pueden formarse amistades
que en ocasión sobrepasan lo académico. Es esta
misma cultura que crea un ambiente en donde estas
interacciones inapropiadas se normalizan.
“si tienes un maestro
más cool y a la moda que
no se apega al estatus
quo, esto rompe un
poco esa barrera entre
profesores y estudiantes,
y comienzas a verlos
más en un rol de un
adulto cool ... así que
cuando empiezan a
hacer las cosas mal,
comienzas a justificar ese
comportamiento”
Lo que podemos hacer como escuela y comunidad
académica es reflexionar sobre nuestras acciones y
asegurarnos de definir límites claros. Es muy posible
crear un ambiente en donde un estudiante confíe en
un maestro, se ría un poco en clase, o que tenga un
mentor extracurricular. No obstante, las discusiones
sobre cómo navegar las grandes áreas grises y cómo
educar a nuestros colegas sobre éstas, deben ocurrir
con más frecuencia.
Nos guste o no, las situaciones desafortunadas como las
que hemos visto recientemente (gracias a los medios de
comunicación) son parte de la vida cuando estamos en
nuestras instituciones, y lamentablemente es probable
que no desaparezcan pronto. Durante mis cuatro años
aquí en Lincoln, he llegado a sentirme orgullosa de
cómo nuestros estudiantes y profesores luchar por lo
que creen y estoy segura que colectivamente vamos a
hacer lo mismo ahora. Estoy muy agradecida por este
maravilloso ambiente académico que hemos creado,
y por las relaciones que he podido tener con mis
maestros, que no habría sido posible en otro lugar. Solo
espero que sigamos aprendiendo de nuestro pasado, y
que seamos introspectivos para asegurarnos de crear y
fomentar el mejor futuro para los estudiantes que nos
siguen.
Resistamos la tendencia de normalizar la romantización
del abuso de autoridad que vemos en el cine y
televisión. Sigamos educándonos a nosotros mismos
y a los demás, aunque nos sintamos incómodos.
Recomiendo a todos que lean el artículo en el Cardinal
Times y el del Portland Tribune titulado “‘Me Too’
claims surface against ex-St. Mary’s teacher”. Es con la
mayor confianza y respeto que pido que aprendamos
de estas traumas extremadamente desagradables e
impertinentes que han vivido estos estudiantes para
aseguremos de que no vuelvan a suceder.
las discusiones sobre
cómo navegar las
grandes áreas grises y
cómo educar a nuestros
colegas sobre éstas,
deben ocurrir con más
frecuencia.
17