Hoy en día hay un gran número de personas que poseen una mascota, pero para la Provincia de Imbabura se indica que por cada 7 habitantes hay un can, mientras que, según un estudio realizado por la Secretaría de Salud del Distrito Metropolitano de Quito, indica que 3 de cada 5 familias tienen una mascota en su casa. (El Telégrafo).
Con respecto a los desechos de los canes existe una ordenanza municipal, del año 2010, que norma el manejo de los desechos sólidos de canes. En la que establece que los ciudadanos tienen derecho a vivir en un ambiente sano, ecológicamente equilibrado y libre de contaminación, se dio a conocer el motivo del porque las personas no recogen los desechos de sus canes mediante una encuesta realizada 260 personas por los estudiantes de la Universidad San Francisco, muestra que con un porcentaje del 20% se debe a no tienen a la mano implementos para hacerlo, es por ellos que nació la idea de Puppy Poop.
Se tomó en cuenta que la bolsa para desechos debe ser amable con el medio ambiente y no como las fundas plásticas que su problema es que apenas se recicla un 10%, ya que resultan altamente contaminantes desde el mismo momento en el que comienza su producción hasta que finaliza su vida útil. En la elaboración de cada bolsa de plástico intervienen diversos agentes altamente contaminantes como petróleo que, además, requieren una gran cantidad de energía para licuar y solidificar lo que posteriormente conocemos como polietileno. Una vez producida cada bolsa tiene una vida útil media de apenas 12 minutos. Transcurrido ese tiempo, la mayor parte de ellas son desechadas sin control, a pesar de que su impacto ambiental puede llegar a alcanzar los 1.000 años. (Artículo en ECOGESTOS).
INTRODUCCIÓN