Puerta de Embarque - Junio 2018 PE-125 | Page 19

En Aguas de Extremadura 11 PUERTA DE EMBARQUE - Junio 2018 Punto y aparte Oveja merina de Extremadura. El jamón ibérico de bellota de la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura, acompañado por un vino (D.O. Ribera del Guadiana) o un cava, es el aperitivo ideal para ir estimulando nuestro paladar y proseguir labor con el queso, cada uno de ellos presentados en el plato como ya habremos aprendido en nuestro safari (que todo se aprende). Marida con queso Regar una ensalada con oro líquido de las DD.OO. Aceite de Monterrubio o de Gata-Hurdes; la miel de Las Villuercas y Los Ibores (D.O. Miel Villuercas-Ibores). Un segundo plato de carne, de ternera (IGP Ternera de Extremadura) o de cordero (IGP Cordero de Extremadura), esparciendo en el plato unos pellizcos mágicos de pimentón (D.O. Pimentón de la Vera). Y de postre: picotas (D.O. Cereza del Jerte). Buen provecho. Queso de Ibores. y llanos, discurren los dominios de La Torta del Casar. Sende- ros, cordeles y cañadas nos ha- blan del devenir de la tierra de la trashumancia y de sus más ilustres habitantes, los pastores y sus rebaños. Lavaderos de lanas, molinos, castillos y encinas cen- tenarias jalonan estos caminos; y al final de la dura jornada, la pro- mesa de un merecido descanso en la ancestral ciudad de Cáceres, Patrimonio de la Humanidad, donde historia y gastronomía se dan la mano. Gazpacho de cerezas del Jerte. En la ruta del Queso de La Serena nos adentramos en los orígenes de la presencia roma- na en nuestro país. La comarca nos habla de conjuntos romanos de la Antigüedad en España, en Zalamea, o del fantástico yaci- miento de Hijovejo en Quintana de la Serena. La inmensidad de sus estepas, donde el silencio cobra sentido en toda su expresión, acoge hoy un enclave natural único y uno de los ecosistemas faunísticos más importantes de Europa. Y para entender la ruta del Queso de Ibores solo tenemos que entrever el colosal paisaje en que se crían sus rebaños de cabras. Su escarpada orografía esconde un paisaje sobrecogedor en el que la perfecta simbiosis entre los usos y costumbres de sus primeros pobladores y sus caprichosas formas nos regala una experiencia única e intensa. Un paisaje que desde las profun- didades de sus grutas hasta los castillos de sus más altas cimas esconde decenas de lugares que le han valido el reconocimiento de la Unesco. Cuenta la leyenda que un pastor después de ordeñar sus ovejas y beber leche de un cuenco se re- costó a la sombra de un árbol y allí se durmió. No sabemos qué sueños le acompañaron en su descanso, pero cuando despertó, al coger su cuenco descubrió que algunas flores habían caído en su interior, y que donde unas horas antes había reposado la leche, se había formado ahora una pasta. La flor del cardo silvestre había transformado la leche en sucu- lenta crema… en queso. A veces las leyendas se tor- nan realidad y en un viaje por la Ruta del Queso de Extremadura, comprobaremos que “probar le- yendas” (en la mesa) se convierte en un placer exclusivo. Saboree in situ las mejores imá- genes panorámicas de los espa- cios naturales. Coja su cámara y capture momentos especiales de sus animales autóctonos. Súba- se a un 4x4, y… vaya “de safari” por Extremadura.