Aymaras
Es importante señalar que todas las actividades económicas tradicionales están ligadas a un modelo de cosmovisión donde la vida es un equilibrio armónico pero frágil.
Antes de la conquista española, hombres y mujeres se vestían con unas gruesas camisas de lana de llama o alpaca, amarradas a la cintura con una faja también tejida de lana. Usaban además, unas pequeñas bolsas, conocidas como chuspas, donde transportaban hojas de coca y otros tipos de hierbas. Calzaban sandalias de cuero y el pelo, que usaban largo, era arreglado con trenzas. Gorros de forma cónica y collares, fueron atuendos que posiblemente se llevaban en ocasiones especiales y los más vistosos usados quizás por los líderes o las personas más prestigiosas.
La historia del pueblo aymara se forma en torno al lago Titicaca, en la actual Bolivia. Posterior a la caída de este Estado prehispánico, los pueblos collas como se les conocía en ese entonces siguieron desarrollándose de forma independiente organizados en Señoríos regionales, algunos de gran complejidad, los cuales a partir del año 1400 d.C. son incorporados al imperio Inka.
Entre 1700 y 1850, los aymara que habitan el actual terriotorio chileno permanecieron en relativo aislamiento, para más tarde, con la anexión de Tarapacá a Chile después de la Guerra del Pacífico, ser chilenizados económica y culturalmente.
Su estilo de vida es sedentaria. Se dedicaban a la agricultura y pastoreo.
El número actual de aymara es de 48.501 individuos, representando el 7,01% de la población indígena de Chile.
El arte textil aymara destaca por su técnica y fineza, en su mayoría destinado al vestuario y a piezas ceremoniales, como las chuspas y los manteles de uso ritual tari o inkuñas. Los tejidos, además de ser bienes de intercambio, son altamente valorados en la sociedad aymara, llegando a atesorarse por siglos en cada familia. La música y el baile, por otra parte, son dos expresiones culturales muy importantes para los aymara, las que además de ser una diversión cumplen un rol fundamental en sus ritos y fiestas religiosas.
Todos los hombres tocan algún instrumento, las mujeres bailan y cantan.