ENTREVISTA
Si quería emocionar… el ritmo, la
música, el color en los cuerpos, la
velocidad, todo eso combinado
daba un resultado muy contun-
dente escénicamente. Eso fue lo
que me abrió la cabeza. Pensé: “yo
quiero hacer este tipo de teatro” y
¡así seguí!
-En algún momento has dicho
que vivís tu camino creativo
como un proceso riesgoso, arduo
y conflictivo. Contamos un poco
más de esto…
-Cuando digo riesgoso y conflic-
tivo son como dos situaciones que
ocurren en el momento de crear
porque siempre pienso una pro-
puesta desde el punto de vista
desde la incógnita, hacia dónde
me va a llevar una temática. Sea el
tema que sea que aborde, busco
lugares que no son obedecer al
resultado que, por ahí, la pro-
puesta espera. Si alguien me pide
como tema de propuesta el agua,
yo no pienso sencillamente en el
agua y explicarlo desde una superficie
porque se trata de una feria de la expo,
por decirte. De hecho cuando fui a la expo
y vi todos los trabajos me preguntaba por-
qué había hecho yo algo tan complejo. Po-
dría haberlo hecho más simple y sin
embargo me jugué al resultado artístico, a
un camino que no sabía donde iba a ter-
minar, a un resultado bien complejo, que
es lo que hoy es Hombre Vertiente (pero
en su momento era más sintético).
Además crear es conflictivo, no es algo
que sucede por accidente, sobre todo
cuando tenés la obligación de crear algo,
cuando se te encarga.
-¿Cuándo te piden un trabajo de este tipo
qué es lo primero que pensás?
-Me pongo a pensar “a quienes les voy a
hablar”, me pregunto qué objetivo tendría
hacer algo para esta gente, más allá de en-
tretenerlos. Muchas veces me piden algo
impactante, fácil de digerir, simple, en un
sentido, y creo que cuando aparecen en la
vida estas oportunidades son para ha-
blarle a gente que en la vida cotidiana no
tendría oportunidad de hacerlo.
“En el espectador empiezan
a funcionar otros sentidos,
la convención cambia y ya no está
protegido sino a merced del actor
y lo que su parafernalia puedan
provocarle”
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