Psicoprospectiva y Psicología de la anticipación Psicoprospectiva Psicología de la Prospectiva y de | Page 41

PSICOPROSPECTIVA: psicología de la prospectiva y la anticipación Si ponen sus voces junto a la mía, podemos construir un mundo lleno de posibilidades Somos seres que vivimos y tenemos la actitud de conversar; cuando nosotros conversamos lo que hacemos es contar historias, las historias nos ayudan a comprender mejor los hechos y las situaciones. Por lo tanto la resiliencia es andar por la vida con una moneda de dos caras, en que el destino está en nuestras manos y el futuro se debe construir y nosotros tenemos mucho que decir al respecto. Para hacer realidad aquello que queremos, es necesario creer que nuestro futuro no es un regalo. No estamos delante de una situación totalmente ajena a nosotros, más bien, nuestro futuro es algo que podemos conquistar. El ser humano tiene la capacidad de ser guionista y protagonista de sus propias historias. El hombre es libre de alterar plenamente su destino, para lo mejor y lo peor, la resiliencia es un canto a la libertad, un No rotundo a todo tipo de determinismo. La mayoría de los determinismos humanos no son definitivos: no estamos en manos del destino o la fatalidad. El destino previsto no tiene porqué llevarse a cabo y ninguna vida, por muy desgraciada que haya sido, puede determinar la vida futura. El relato de nuestra historia nos remite al pasado para explicar el presente, pero nunca cierra el futuro. Ésa es la razón por la cual decimos que la resiliencia enmarca un anti destino, nos acerca y nos asocia como seres humanos a la palabra devenir. Para la neurociencia la resiliencia es un proceso intrapsíquico que produce cambios en el cerebro para adaptarse, por lo tanto la resiliencia no es solo emocional sino cerebral, es un sistema inmunitario anímico, la neurociencia demuestra que todos podemos aprender recursos para afrontar la adversidad y alcanzar un estado de excelencia profesional y personal, si evitamos el dolor como si fuera a destruirnos y la realidad es, que si lo aceptamos, nos ayuda a construirnos, como decía Nelson Mandela “Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él”. Siempre he creído que casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo, por eso las personas resilientes tienen una fuerte sensación de control sobre los acontecimientos y están más abiertos a los cambios de la vida, tienden a interpretar las experiencias estresantes y dolorosas como una parte más de la existencia, no miran hacia atrás, sus retos están en el futuro, resisten la destrucción y construyen sobre lo adverso; la resiliencia no es un estado permanente, es un proceso de crecimiento, una forma de vivir, el resiliente es el que tiene la capacidad de absorber incertidumbre para que los demás puedan trabajar, en las crisis busca la estrategia para salir porque la idea del futuro le hace más soportable el presente; se formula una explicación de 41 Martha Lucia Jaramillo B. y Lucio Mauricio Henao V.