Psicoprospectiva y Psicología de la anticipación Psicoprospectiva Psicología de la Prospectiva y de | Page 38
PSICOPROSPECTIVA: psicología de la prospectiva y la anticipación
Debe tenerse por entendido que la resiliencia no es algo que se adquiera o no se adquiera, sino que conlleva a
conductas que cualquier persona puede desarrollar y aprender. La resiliencia como concepto, es un término que
proviene de la física y se refiere a la capacidad de un material para recobrar su forma después de haber estado
sometido a altas presiones; por lo tanto en las ciencias sociales podemos deducir que una persona o colectivo es
resiliente cuando logra sobresalir de dificultades y presiones que en su lugar otros no podrían lograrlo.
La introducción al concepto de resiliencia en las ciencias sociales ha abierto nuevos caminos para poder
afrontar los problemas más comunes como los que proporciona el aprendizaje. La resiliencia es una capacidad
global de la persona para mantener un funcionamiento efectivo frente a las adversidades del entorno o para
recuperarlo en otras condiciones. La resiliencia es el proceso de adaptarse bien ante situaciones adversas o aún
ante fuentes significativas como el estrés.
En la psicoprospectiva la resiliencia indica, la necesidad de focalizar la búsqueda en los recursos personales y de
contexto que disponen los individuos, sus familias y la comunidad. Estos recursos se cambian desde una
intervención en el beneficiario directo, a una intervención que incorpora familia y comunidad durante el proceso
de transformación, con una mirada del futuro deseable, para construir el proyecto de vida. La resiliencia no es
un rasgo que las personas tienen o no tienen; conlleva conductas, pensamientos y acciones que cualquier
persona puede aprender y desarrolla, como una capacidad para la adaptación exitosa de un ambiente
cambiante, con el carácter de dureza e invulnerabilidad en un proceso dinámico que implica una interacción
entre los procesos de riesgo y protección internos y externos al individuo, que actúan para modificar los efectos
de un evento vital adverso.
Los individuos “resilientes” se destacan por poseer un alto nivel de competencia en distintas áreas, ya sea
intelectual,
emocional,
estilos
de
enfrentamientos, motivación al logro
autosugestionado,
autoestima
elevada,
sentimientos de esperanza, autonomía e
independencia entre otras.
El funcionamiento psicológico que protege
del estrés o de la presión a las personas
resilientes son:
1. Mayor coeficiente intelectual y
mejores habilidades de resolución de
problemas.
2. Mejores estilos de afrontamiento.
3. Empatía, conocimiento y manejo
adecuado de las relaciones interpersonales.
4. Sentido del humor.
Lo que hace que un individuo desarrolle la capacidad de ser resiliente con relación al futuro es la formación de
personas socialmente competentes que tengan una identidad propia y útil, sepa tomar decisiones y establecer
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Martha Lucia Jaramillo B. y Lucio Mauricio Henao V.